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Ciclismo | Tour de Francia

'Pichichi' Cavendish: "Es el triunfo de un equipo"

Freire tuvo que frenar para no caerse con Boonen.

<b>GANADOR. </b>Mark Cavendish se impuso con comodidad a Tyler Farrar, Thor Hushovd y Gerald Ciolek.
jesús rubio

Mark Cavendish (24 años) ya viste de verde, como las praderas de su Isla de Man. El mejor sprinter del momento es el pichichi de la temporada a lomos de un equipo, el Columbia, que está a la altura de los trenos que llevaron a Mario Cipollini a ser el rey de la volata. Ayer, en Brignoles, sus compañeros ejercieron de caciques en la gincana preparada por la organización del Tour a la brasa del sol. "Sin ellos no hubiera podido ganar", dijo el inglés. "Es el triunfo de un equipo. Ahora quiero más. Ese es el deseo común: hay juventud, talento y ambición colectiva". No hay frase de Cavendish en la que no alabe a sus colegas, que le llevaron incluso el primero al control de firmas en Montecarlo.

Cavendish es insaciable, como su manera de sprintar. "No miré para atrás. No me gusta tener polémicas con nadie". Y no lo hizo, así que se perdió el afilador de Koldo y el frenazo de Óscar Freire. "Me veía con buenas piernas. Me puse a la rueda de Boonen y no funcionó. Es una cuestión de mala suerte. No siempre se acierta", manifestó el cántabro. Boonen se vio obligado a hacer un recto, como si llevara una moto, por lo que Freire tuvo que echar mano del freno. "No me he llegado a caer". Para el de Rabobank, un consuelo. "Hoy volveremos a tener otra oportunidad de aspirar a la victoria", no sin antes apuntar una queja de Juan Antonio Flecha, compañero de Freire. "La llegada estaba mal señalizada". Cierto que las rotondas eran exageradas y el calor, asfixiante.

Ventaja.

La lucha por la regularidad tiene a Cavendish con ventaja sobre sus rivales. "Llegar de verde a París no es un objetivo, es un sueño. Si gano etapas lo puedo conseguir, pero deberé llegar hasta el final porque si no". Si la montaña puede con él abrirá el abanico a los demás: Hushovd, Arashiro (japonés valiente) e incluso Ciolek, que ayer puso a trabajar al Milram.