Ciclismo | Tour de Francia
Los organizadores del Tour dejaron a Sastre sin amarillo
Rompió el casco y perdió 1:06.
La dirección del Tour de Francia decidió acabar con la tradición de que el vencedor de la Grande Boucle lucía el amarillo en la primera etapa de la siguiente edición. Y nadie se había enterado. Desde el Caso Landis, en 2006, se había decidido no seguir permitiéndolo. En 2007, Óscar Pereiro no había sido ni siquiera reconocido oficialmente como vencedor en 2006. Y en 2008, Contador no pudo defender su triunfo del 2007 ya que el Tour no invitó al Astaná.
Un año después, justamente el pasado viernes por la tarde, Carlos Sastre pidió a través de los rectores de su equipo, el Cervelo, el kimono de contrarreloj amarillo a los responsables de la organización que se encargan de la ropa relacionada con el color característico del Tour. "Le dijimos que no podía ser. En la primera etapa ya nadie vestirá de amarillo", le dijo Jean François Pescheux, director de la carrera. "No hay ninguna carrera en el mundo que lo haga, y el Tour no lo hará más. Además, ni siquiera corre en el mismo equipo", insistió en un tono desafiante ante los periodistas españoles.
Sin ropa.
"No sé qué ha pasado, pero el Tour no me ha dado la ropa", decía Sastre, todavía sobre la bicicleta, con pocas ganas de hablar. Tras unos minutos de rodillo, y ya en el hotel, y a través de un comunicado de prensa, Sastre explicó sus sensaciones tras haber perdido 1:06 con Cancellara, 48 segundos con Contador o, por ejemplo, 26 con Armstrong. "Las sensaciones han sido buenas. Sin embargo, nada más comenzar, se me soltó una pieza del casco que me impedía estar a gusto encima de la bicicleta porque temía que se me cayera el casco Fue un mal menor. De todos modos estoy contento con el resultado porque llevo perdido tanto tiempo como el resto de mis rivales y porque haya empezado este Tour".