Otra victoria agridulce para Alejandro Valverde

Tras cruzar la cima del St. Bernard du Touvet, último puerto de este Dauphiné Liberé, Alejandro Valverde le dio una palmada en el hombro a Alberto Contador como gesto de agradecimiento. No es que éste le haya ayudado formalmente, pero no ha ido en contra de él, lo cual ya es mucho. Valverde ha podido tener mucha tranquilidad para centrarse en controlar únicamente a Cadel Evans. Y también encontró mayor confianza para atacar en el Mont Ventoux sabiendo que Contador no iba a contraatacar. Alberto se ha dedicado a prepararse para el Tour y de paso, eso sí, a machacar a Evans.

Un aplauso para el australiano. Sabiendo que peleaba contra dos (¡y vaya dos!) no arrojó la toalla. Puso a su equipo a tirar en la subida a ese último puerto y, cuando todos sus compañeros reventaron, atacó cuatro veces. Pero siempre encontró la respuesta de los dos españoles, sobre todo de Valverde, que está aún más fuerte que Contador.

Le etapa la ganó el holandés Stef Clement, el mejor de una macro-escapada de 28 corredores. Valverde, ganador el año pasado, volvió a subir al podio del Dauphiné Liberé, esta vez con una sensación agridulce. Tiene asumido que no le van a dejar disputar el Tour desde que el CONI le sancionó por su presunta implicación en la Operación Puerto. No puede competir en Italia y este Tour pisa territorio italiano.