Sastre ya piensa en la contrarreloj y en el final de Blockhaus

Al narrar la etapa de hoy, que no tuvo efecto alguno sobre la general por acuerdo de los corredores con la organización para conjurar la amenaza de plante, el ganador del pasado Tour dijo: "La novena etapa de este Giro transcurría por las calles de Milán. Un recorrido espectacular pero peligroso, en el que había una serie de obstáculos, coches aparcados en la misma calzada por la que transitábamos y eso ha provocado que los corredores hayamos tomado la decisión de no correr riesgos".

"Hemos tratado de hacer una etapa con cuidado porque había mucho peligro. Ha habido caídas y después de éstas se ha decidido ir a un ritmo bueno, pero sin disputar la carrera, para que no afectase esto a la gente que está en pos de la clasificación general", añadió.

"Ha sido una decisión que se ha tomado en las primeras vueltas, y en las últimas cinco o seis se ha ido a ritmo de competición, donde la única diferencia que había con los días anteriores es que no contaban los tiempos perdidos por los diferentes cortes del pelotón. Esto ha provocado que hubiese más cortes y que la clasificación general no sufriera ninguna alteración", comentó.

"Por lo demás, ha sido un día quizás un poco más largo de lo normal para nosotros, pero en el que afortunadamente no ha habido ningún problema, ninguna caída ni ningún percance, y terminamos este primer bloque del Giro de Italia con una sensación muy positiva y sobre todo con ganas de afrontar el segundo bloque de siete días y saber un poquito más de cómo puedo mejorar a lo largo de esta carrera y de qué sensaciones voy a tener en las etapas importantes, como en la contrarreloj de Riomaggiore y en la subida al Blockhaus".