Armstrong no consiguió aguantar con los mejores

La etapa dio poco de sí. Al último kilómetro llegó un grupo de 34 corredores, con el colombiano Soler por delante. Pero a 500 metros de meta, Danilo di Luca salió como una bala (recordó al mejor Balaverde), superó a Soler, y Garzelli y Pellizotti no lograron remontarle. Con el mismo crono puntuaron todos los favoritos, incluidos Arroyo y Sastre, salvo Armstrong.

Sólo perdió 15 segundos, pero dio un signo de debilidad. 37 años, tres temporadas inac­tivo, una lesión que cortó su preparación... Demasiadas cosas. Hoy le espera otra llegada en alto, más larga (24,9 km) y algo más dura (al 6,1%). Y unos rivales que quizás agiten la carrera para hacerle claudicar. Es un mito y nunca se sabe si puede transformarse en una amenaza si le dejan prosperar.

Cautela.

Ayer no hubo esa batalla. Este Giro es muy largo y muy duro para quemar las naves el cuarto día. Sólo el colombiano Mauricio Soler lo intentó dos veces en la ascensión final (a 5 y a 2 km de meta). Los demás, a rueda del Liquigas de Basso, que ya asume su papel de favorito. El gallego Serafín Martínez estuvo en la fuga del día, desde el km 15. El alemán Voigt fue el último en caer (a 3 km de la cima).

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