Ciclismo | Giro de Italia (3ª etapa)
Los Dolomitas miden la forma de Armstrong
Hoy y mañana, dos días duros con finales en alto
Lance Armstrong no se había visto en otra igual desde que ganó su séptimo Tour hace ya casi cuatro años (julio de 2005). Después de tres temporadas inactivo, retrasada su preparación por culpa de la fractura de clavícula que sufrió en la Vuelta a Castilla y León, el texano se enfrenta por primera vez en su vida a los Dolomitas, que no dejan de ser Alpes, pero tienen su peculiaridad respecto a los puertos del Tour.
No es una etapa excesivamente dura. Tiene un puerto de segunda a 42 km de meta y una ascensión final de 13 km de un puerto de primera, con 5,5% de desnivel. Poca cosa para el séptuple vencedor del Tour. Pero es otro momento. La etapa de hoy, y la de mañana, con otra ascensión final a una montaña más larga (24,9 km) y más dura (al 6,1%), nos va a medir la verdadera forma física con la que afronta Armstrong este Giro de Italia.
Al ataque.
No sólo es un examen para él, también para todos los favoritos de este Giro. Danilo di Luca ha prometido que va a atacar. Puede ser la fórmula para quitarse de en medio la amenaza del texano. Ivan Basso, más cauto, dice que el Giro es muy largo y hay que medir bien los esfuerzos.
Realmente es así. La alta montaña llega ya en el cuarto día de carrera. Para no quedarse fuera hay que llegar bien preparado. Pero los que hoy se nos presenten como los más fuertes, es muy posible que no mantengan ese nivel en las 17 etapas que aún quedan.
Día importante también para Carlos Sastre. No ha dado muchas pistas sobre su verdadera condición física.