El ciclista belga Tom Boonen ha vuelto a dar positivo por cocaína, tras un control efectuado entre el 24 y el 25 de abril, unos diez días después de su triunfo en la clásica París-Roubaix, según ha anunciado hoy el tribunal belga de Turnhout.
El consumo de esta droga por parte de Boonen fue detectado en un análisis de orina efectuado por la Comunidad Flamenca fuera de competición oficial, por lo que no es castigable en el ámbito deportivo, aunque sí podría tener graves consecuencias para el ciclista en el terreno legal.
Boonen se encuentra "abatido" tras conocer los resultados de este análisis, según ha dicho su abogado, Luc Deleu, en declaraciones recogidas por la cadena de televisión flamenca VRT.
El abogado recalcó que se trata de un caso semejante al protagonizado hace aproximadamente un año por el corredor del Quick Step, en el que también dio positivo en un control fuera de competición.
"Pero humanamente, el problema es mucho más grande. La imagen de Tom Boonen está de nuevo empañada, y vuelve a correr el riesgo de no poder participar en el Tour de Francia", afirmó Delou.
Por su parte, el patrón del equipo Quick Step, Patrick Lefevere, se ha mostrado "profundamente decepcionado" al conocer la noticia, en declaraciones a la agencia Belga.
El pasado mes de febrero, el tribunal belga de Turnhout decidió la suspensión de la pena por consumo y posesión de cocaína de Boonen bajo ciertas condiciones, que incluían que el ciclista no volviese a consumir drogas y mantuviera contactos con un funcionario judicial.
El belga no fue sancionado por la Unión Ciclista Internacional (UCI), aunque los organizadores del Tour de Francia y de la Vuelta a Suiza decidieron no admitirlo en dichas competiciones el año pasado.
