El Muro de Huy mide a Valverde y Samuel

El Muro de Huy, un repecho de solo 1,3 km, pero con una pendiente media del 9,3% de desnivel y puntas de hasta el 20% es un escenario ideal para Alejandro Valverde. De hecho, allí ganó el murciano la Flecha Valona en 2006. Pero son otros tiempos. Balaverde está algo corto de preparación porque quiere reservar sus fuerzas para el Tour y además, y principalmente, su cabeza está más en lo que diga el CONI el 11 de mayo.

No obstante, no hay que descartarle. Es un final que le va como anillo al dedo. Y también a nuestro campeón olímpico Samuel Sánchez y a Joaquín Purito Rodríguez

Son las tres bazas españolas frente a una legión de extranjeros en una carrera que parte sin un favorito claro. Por tradición, los que estuvieron fuertes el domingo en la Amstel Gold Race, lo estarán también en esta clásica. Y no sólo habrá que contar con el ruso Ivanov y el holandés Kroon­, que fueron los mejores en Cauberg (Gesink no corre), hay que apuntar también a los que se dejaron ver: el belga Gilbert, los italianos Cunego y Nibali, el checo Kreuziger, el ruso Kolob­nev, y a gente como Rebellin y Evans, a los que siempre se les da bien esta carrera.

Muchos nombres. Sólo falta el luxemburgués Kirchen, ganador el año pasado, que sigue aún recuperándose de la misma caída que le pilló a Óscar Freire en el Tour de California.

La clásica de Valonia (región belga de habla francesa) tiene su principal encanto en los 11 muros que salpican los últimos 120 km, de los 195 km del total, y especialmente en el último, el de Huy. No es una llegada ni para velocistas, ni para escaladores, es de pura fuerza. A tope hasta arriba, en una lucha agonística como si fuera un sprint a cámara lenta.