Luis León salva el ataque desesperado de Contador

Exceptuando las tres grandes vueltas, no recuerdo una carrera tan espectacular como esta París-Niza. Y estoy hablando de treinta años (soy muy mayor). Guerra a tope, ciclistas que se comportan un día como gigantes y al siguiente, con la debilidad de cualquier ser humano. Gente que se cae y se vuelve a levantar. En el caso de Contador fueron dos las caídas y dos las reacciones.

El campeón de la Triple Corona ni siquiera subió al podio. Pero fue una dulce derrota, ganó dos etapas, dejó patente su orgullo y murió con las botas puestas. Tras su pájara de ayer Contador atacó a 80 km de meta (la etapa tenía 119) con tres puertos por delante. Era su única opción, pero detrás tenía dos equipos en su persecución: el Caisse de Luis León y el Saxo de Schleck.

Contador tuvo ayuda de dos (Casar y Taaramae) de sus cuatro compañeros de fuga, a los que fue dejando atrás. Llegó a tener más de dos minutos de renta y a ser líder virtual, pero a 8 km de meta fue alcanzado por Frank Schleck y Toni Colom, que fue quien se llevó la etapa.

Luis León Sánchez, enorme el día anterior, lo pasó mal. Pero se llevó la victoria muy merecidamente, fue el más regular en una carrera de tremendos altibajos. Y merecidísimo el triunfo de etapa de Colom, que estuvo todos los días en la lucha. No obstante, Contador era el más fuerte, pero esta vez le falló su equipo en los momentos cruciales.

Toni Colom

"Venía a ganar, pero el día de los abanicos me metí y un corredor del Rabobank me sacó a la cuneta y perdí lo que hubiera sido un minuto de ventaja sobre Contador y Luis León. Pero me voy contento con mi victoria de etapa. A Contador hay que aplaudirle por el espectáculo que ha dado".

Contador

"Sabía que atacar en el primer puerto, con 80 km para meta, era muy difícil, pero no tenía nada que perder y mucha motivación para luchar. Me daba igual quedar cuarto, lo que quería era salir contento y lo he conseguido, tanto por ayer como con lo que he hecho en toda la carrera".

Luis León

"Sabíamos que la etapa iba a ser complicada, pero lo más importante era no perder la calma para controlar la situación. Quiero agradecer a mis compañeros la confianza que me demostraron durante toda la semana. Ganar la París-Niza era un objetivo, un sueño y estoy muy contento".