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Filippo Simeoni

"Ni acepto ni concibo que vuelva Armstrong"

Filippo Simeoni (Milán, 1971) confesó haberse dopado en la década de 1990 bajo prescripción del doctor Michele Ferrari, que también tuteló la carrera de Lance Armstrong. El norteamericano le intimidó en el Tour de 2004 por revelarlo. En unos meses pueden volver a verse en el Giro de 2009.

Filippo Simeoni

¿Cómo anda el actual campeón de Italia de fondo en carretera?

Luchando por no retirarme. No quiero hacerlo porque pese a mis 37 años no quiero dejar pasar la oportunidad de lucir mi maillot tricolor (el de la bandera de su país). Me gustaría correr el Giro por última vez. Creo que me lo merezco.

¿No lo correrá el Flaminia, su equipo?

Hemos hablado con la organización del Giro, pero tenemos dudas de que nos inviten.

¿Por qué?

No tengo ni idea. Debe ser la primera vez en la historia que un campeón nacional se puede quedar sin correr la mejor prueba de su país. Es inaceptable.

¿Será por su veteranía?

Sinceramente no lo sé. No quisiera ir mucho más allá en mis pensamientos.

¿Y quizá porque allí sí estará Lance Armstrong?

Me gustaría pensar que Armstrong no va a vetar mi presencia. Pero todo es posible. Yo ya no me creo nada.

¿Qué recuerdos tiene de él?

Muy malos. Su actitud y sus palabras me hicieron caer en una depresión. Yo había confesado haberme dopado en la época en que seguía el tratamiento del doctor Ferrari, en la década de 1990. Y tuve mi pena por haber confesado. Hablé de mí, nunca le mencioné pese a que también era tratado por él. Luego él me llamó mentiroso y acabamos en los tribunales. En 2004 quise ganar una etapa del Tour de Francia, la 18 me escapé con otros ciclistas y él personalmente se encargó de neutralizar esa fuga. Fue una amenaza para mí. Muchos de mis compatriotas me insultaron cuando regresé al pelotón, los italianos en especial. Me dijeron que era una vergüenza y que ensuciaba el nombre del pelotón y el plato que me había dado de comer durante toda mi vida.

¿Le quedan amigos allí?

Me quedan más en las cunetas, los mismos que ahora luchan por internet para que esté en el Giro. Mis tifosi han creado un grupo en facebook (una comunidad de amigos en la red a nivel mundial) para pedir que me dejen participar en el Giro de 2009. Creo que lo merezco. Si no es así, quizá no siga. Es algo que todavía tengo que decidir. Mientras tanto yo sigo entrenándome para la próxima temporada como he hecho durante toda mi vida.

¿Qué le diría ahora a Lance si se lo encuentra en la salida de Venecia?

¿Yo? Lo mínimo que tiene que pedirme es perdón por cómo me lo hizo pasar. No tengo nada que decirle. Mi vida siguió adelante después de aquellos años. Estoy orgulloso de haber confesado y de ser un ciclista íntegro.

¿Cómo valora su anunciado retorno al ciclismo profesional para la próxima temporada?

Ni lo acepto ni lo concibo. Un gran campeón como él debe saber decir basta. Stop. Parece que no ha podido aguantar estar tanto tiempo apartado de la primera línea.

¿Por qué cree que vuelve?

Dice que regresa para ayudar a su Fundación, lo cual le honra, pero debe haber algo más. Supongo que será para lavar su imagen.

¿La imagen de que ganó siete ediciones del Tour de Francia bajo sospecha?

Sí. Eso ha dicho el propio Tour con aquellas muestras de EPO encontradas en sus análisis del año 1999.

¿Armstrong ganó dopándose?

No respondo (Simeoni medita mucho su respuesta antes de decir abiertamente que duda sobre el palmarés del estadounidense). No estoy seguro de él, y no quisiera arriesgarme a una acusación tan gorda. Pero la duda por sus éxitos existe. Por eso pienso que su motivación principal para su regreso a la competición es lavar su imagen. Porque cuando dejó el ciclismo no lo hizo de muy buena manera. No es por dinero, porque seguro que este no es el problema.

¿El ciclismo está muerto?

Si no muerto, muy tocado. Vive por el apoyo de los aficionados que magnifica el esfuerzo tan grande que hacemos para completar las carreras. Eso todavía engancha. Si no fuera por ellos

¿Cree que personajes como el doctor Michele Ferrari o Eufemiano Fuentes siguen trabajando para que gane el tramposo?

Espero que casos como el mío hayan servido para que nadie acuda a ellos, y para que los profesionales vivan de su profesión de manera legal. Es absurdo y peligroso, porque el dopaje se ha convertido en un crimen. Estoy de acuerdo con las nuevas leyes que se están instaurando. Al menos ahora, desde las instituciones, se está haciendo un trabajo de control en el ciclismo muy intenso. Ese debe ser el camino.

Pero compatriotas destacados como Riccardo Riccó y Leonardo Piepoli le dejan en mal lugar con lo que está diciendo, ¿no?

Sí, claro, y no lo entiendo. Son errores personales muy graves que no deben ser ejemplo de nada. No entiendo qué le pudo pasar por la cabeza a Riccó. Tiene tanta calidad que estoy seguro de que ganaría sin doparse.

Ni siquiera lo intentó.

Paga por ello.

¿Sueña con un ciclismo limpio?

Sí, viviendo como un profesional los 365 días al año. Lo importante es cambiar la mentalidad de los equipos y de los corredores, que los resultados no se pueden conseguir a toda costa.

¿Cómo se logra?

Desde la base y concienciando a la gente de que el ciclismo es algo demasiado bonito como para echarlo todo a perder.

¿En su bar se habla de ciclismo?

En Billy Bar de Sezze (una pequeña localidad 35 kilómetros al sur de Roma junto a la autopista que lleva a Nápoles) se respira ciclismo. Allí tengo dos posters inmensos sobre mis dos triunfos en la Vuelta a España, el de Cuenca (2001) y Collado Villalba (2003). De España guardo los mejores recuerdos.

Cuenca, cuando se bajó de la bicicleta antes de entrar en la meta.

Sufrí tanto en el alto del Castillo que no me quedaron fuerzas (se ríe). No, lo hice como homenaje a las víctimas del atentado a las Torres Gemelas del 11 de septiembre. Sólo habían pasado unos días.

¿Lo volvería a hacer?

Claro. Y lo haré si corro el Giro y llego en solitario en alguna etapa. Quedaré muy bello.

Tendrá que pedir permiso a los españoles, que están que se salen en los últimos tiempos...

Se ha demostrado que son los mejores en las pruebas por etapas. Contador, por ejemplo. Ese es un aspecto por el que confío en la recuperación de nuestro deporte.

¿Por?

La Operación Puerto. Ejerció de policía ante mucha gente de este mundo del deporte. Abrió el camino para que la Ley del Dopaje entrara en vigor en España. Sin la Operación nada hubiera cambiado.