Kiryienka, un gregario de lujo

La valentía de Purito Rodríguez imprimió una carga extra de emoción a una etapa, que podría haber sido como tantas. La ventaja del corredor catalán aumentó hasta los dos minutos y ahí empezaron los nervios. Nervios del Astaná, de Mosquera y de Carlos Sastre, que a falta de dos jornadas para que acabe esta Vuelta no quiere bajarse del podio. En Navafría la pimienta la puso él, demostrando que sigue siendo un corredor que nunca se da por vencido, aunque su equipo, el CSC, haya sido tan injusto. No se lo merece. Carlos le ha dado mucho más a Riis que éste al corredor español. No vamos a descubrir nada nuevo ahora.

También me quito el sombrero con el trabajo de Vasili Kiryienka. Una pena que las fuerzas flaqueasen y no pudiera consumar una victoria merecidísima tras un etapa que le brindó al Caisse d'Epargne en bandeja. Si Eusebio Unzué quiere que no vuelva a pasar lo mismo que en el trazado santanderino de esta Vuelta, debería contratar a gente como el bielorruso. Y es que un gregario de lujo siempre es necesario en los momentos más difíciles.