Ayer se hizo justicia con el Xacobeo

La carretera hizo justicia ayer con el Xacobeo. David García Dapena ganó, con todo merecimiento, la etapa con final en Ponferrada. A los gallegos nadie les regaló nada y se desquitaron del triunfo que el domingo el Astaná de Johan Bruyneel no quiso brindar a Ezequiel Mosquera, tras una magnífica ascensión a Fuentes de Invierno. Después de la exhibición de Ezequiel, los corredores de Álvaro Pino salieron a por todas. Lograron meterse en la escapada buena. El recorrido que les quedaba por delante era una auténtica emboscada, con un repecho durísimo con desniveles del 15% a diez kilómetros de la meta. La organización de la Vuelta tuvo un error al no señalarlo como puerto de, al menos, segunda categoría. En este puerto se quedaron por delante los cuatro corredores más fuertes de la escapada: Arroyo, Gárate, Nuyens y Dapena.

Teníamos a tres españoles junto a un corredor muy peligroso en este tipo de etapas como es el ciclista belga. Cuando Dapena logró el ataque definitivo y se separó unos metros de sus tres compañeros de fuga me pareció un buen detalle que Gárate y Arroyo no entraran en los relevos con Nuyens para dar caza a Dapena. Si ayer decía que el Astaná no fue generoso, hoy debemos aplaudir la actuación del Caisse d'Epargne y del Quick Step. Si entraban en el ritmo de persecucción que imponía Nuyens, habrían llegado los cuatro y, posiblemente, el belga se hubiera llevado el gato al agua, como demuestra el hecho de que llegó segundo. Por eso, me alegro por García Dapena y el Xacobeo.