Óscar es el mejor del mundo

El sprint final que vimos ayer en Burgos entre Óscar Freire y Tom Boonen fue el de los dos mejores velocistas del mundo. La victoria se decidió a favor de mi paisano, pero fue una pelea codo con codo, mano a mano, en la que también pudo salir vencedor el belga. Pero Óscar es un fuera de serie, un corredor que jamás hemos tenido en España, capaz de ganar casi siempre en cualquier carrera en la que participa. Ya ha alcanzado el punto de forma en el que se muestra intratable en las llegadas. Ya lo avisé el día de Zaragoza, en el que quedó cuarto. Y ayer no nos defraudó. Cuando a Freire se le espera, aparece. Ya lleva siete triunfos en etapas de la Vuelta. Es un crack. Hoy tendrá una nueva oportunidad de ganar antes de retirarse, en casa, en Suances.

El problema de la jornada es que tiene tres puertos intercalados, dos de ellos de segunda categoría, y los corredores que aún no han conseguido su victoria intentarán buscarla. Luego, la meta es idónea para Óscar, pica para arriba y ahí demuestra su punta de velocidad y su potencia mejor que nadie. Si se quiere ir con dos etapas en el zurrón, el Rabobank deberá controlar el día. Quizá le echen una mano el Quick Step de Paolo Bettini y el Caisse d'Epagrne de Alejandro Valverde, dos de los favoritos junto al cántabro. Después se bajará de la bicicleta y se dedicará a preparar el Mundial de Varese. Con lo que he visto, puedo decir que va a llegar en un momento óptimo, con todas las posibilidades de hacer historia y lograr el cuarto maillot arco iris.