La Vuelta cambia hoy bruscamente el guión: del calor asfixiante, al frío y la lluvia; del llano, a la alta montaña. Alberto Contador, Carlos Sastre y Alejandro Valverde llegan al pie de los Pirineos "con las opciones intactas". Los tres coinciden en esta apreciación. "Si me dicen que estaría en esta posición me habría puesto muy contento", dice Contador. Para Valverde su situación es "mucho mejor de lo que pensaba". Y Sastre valora que sus resultados "hasta ahora no han sido malos".

El vencedor del último Tour es de los tres el peor colocado en la general. Lleva una desventaja de 40 segundos respecto a Contador y de 1:11 con Valverde. "Si quiero ganar, algo tendré que hacer", dice el abulense de Leganés, aunque, evidentemente, no destapa sus cartas. Dos jornadas pirenaicas muy duras en las que los tres coinciden que "van a clarificar mucho la general, pero no terminarán de decidir la carrera". Opiniones similares sobre que "alguno terminará fallando" y también que se aparecerán los tapados. Y citan a Antón, Cunego, Gesink, Mosquera y, evidentemente, Leipheimer.

Contador asegura estar encantado de tener a su compañero por delante de todos. "Tenemos ventaja y debemos correr al contraataque". Valverde está convencido de que en la etapa de hoy, que finaliza en La Rabassa, "puede haber grandes diferencias". "Son muchos kilómetros y se dice que va a hacer mal tiempo". Por el contrario, Sastre opina que "en la primera etapa de montaña siempre hay mucho respeto y mucho marcaje. No es fácil que nadie se arriesgue. Sin embargo, aunque la etapa de Pla de Beret no es tan dura, conociendo ya de qué pie cojea cada uno, habrá más ataques". Contador también piensa que "sumado el cansancio del día anterior, puede ser más determinante".