Se perdió una atleta, pero se ha ganado una medalla

Pekín 2008 | Leire Olaberria

Se perdió una atleta, pero se ha ganado una medalla

Leire Olaberria Dorronsoro (Ikaztegieta, Guipúzcoa, 17-02-1977) se enamoró de la pista con 26 años, cuando comenzó a practicar esta especialidad, y llegó a practicarla también por amor. Javier Azkue, su novio, se dedica a esta modalidad y le animó para que probara suerte ("me plantó encima de la bici"), para que recuperara la ilusión por el deporte que había perdido. Ella se dedicaba al atletismo. Y prometía. Con 16 años, en Arganda del Rey, marcó 11.86 en los 100 metros, récord de España juvenil que aún se mantiene. El velódromo era sólo algo que estaba allí, al lado de la pista de atletismo de Anoeta, pero sin ningún magnetismo.

Problemas con el peso (mide 1,72 m y ahora pesa 62 kg) y con las lesiones le apartaron de un camino que tenía "a Marion Jones, Merlene Ottey y Privalova" como espejo. Se centró en sus estudios, acabó la diplomatura de Turismo, comenzó Magisterio, trabajó como recepcionista en el Palacio de Hielo de San Sebastián y sólo entonces, con 26 años, comenzó a dar sus primeras pedaladas más en serio.

"La vi en el Campeonato de España y en 2005 le dije que tenía que ir a la Copa del Mundo para aprender. Debía mejorar tácticamente, aprender a rodar en grupo, meterse en el sprint. Tampoco movía los desarrollos de ahora. Ha ganado en fuerza, en potencia y acumula menos ácido láctico (recupera mejor)", analiza Didac Navarro, el seleccionador español, que carga buena parte del éxito en Xabier Muriel, preparador personal de Leire. Muriel no llega a la treintena, pero es una máquina de traducir datos fisiológicos en tablas de preparación. Incluso, ha realizado un estudio científico sobre la posición de los ciclistas encima de la bicicleta.

Profesional.

La creación del Cespa-Euskadi ha permitido a Leire ser profesional de la pista, dedicarse sólo a ello y acudir a la Copa del Mundo. El entrenamiento de fondo lo hace corriendo carreras de juveniles en ruta, algo que le permite la Federación Española. "Lo paso muy mal subiendo", admite. Ahora podrá enseñar a los "chavalillos" su medalla de bronce.