Freire ha ganado el maillot verde, don Miguel.

Es una gran satisfacción. Este chico es muy completo. Ha logrado pasar bien las montañas. Por eso ganó.

Usted estuvo cerca.

En 1955 quedé tercero. Luego sólo participé en el 56 y el 57 y no pude terminar. Mi equipo era italiano y me quería en el Giro.

En 1995 usted ganó en París, pero escapado.

Iba a rueda de un francés que demarró y luego se quedó. Me vi por delante a 18 kilómetros de meta, con 20 segundos sobre el pelotón, pero los mantuve.

18 kilómetros y sólo 20 segundos. Eso sólo lo hace hoy Cancellara.

Al final del Tour cuentan mucho las fuerzas con que acabas. Y el ver cómo te animaba la gente por las calles de París también empujó mucho. Cuando entré en el Velódromo del Parque de los Príncipes fue uno de los mejores momentos de mi vida deportiva.

Ese año usted ganó también la primera etapa y era su primer día en el Tour.

Yo no pensé si era novato o debutante. Venía de ganar en el Midi Libre y otras carreras. Eran los mismos rivales y vi mi oportunidad para ganar y vestirme con el maillot amarillo. Le gané a Caput, que era muy bueno.

¿Por qué España no había logrado ganar nunca el maillot verde?

Es un trofeo para velocistas y después de mí y hasta que llegó Freire no hemos tenido sprinters en España.

¿Qué le parece que España haya ganado el Tour por tercer año consecutivo?

Sensacional. El ciclismo español ha tenido una evolución muy grande desde Indurain. Ahora tenemos ciclistas de todo tipo. Hasta para clásicas.

¿Y Sastre?

Es un premio a la constancia. No hubiera apostado por él, pero aprovecho para felicitarle. También a Freire.