El rojigualda nos alegrará en Francia

Me alegro por el Campeonato de España que ha conseguido Alejandro Valverde. En una temporada en la que está exhibiendo un gran estado de forma, ha añadido a su palmarés una de las pocas pruebas que se le han resistido a lo largo de su carrera. Yo siempre le he dado mucha importancia al maillot rojigualda. Aparte del valor simbólico de portar el jersey como mejor corredor de tu país durante un año, normalmente te reporta beneficios económicos. En el extranjero es normal que el campeón nacional tenga mejores contratos y gane más dinero, pero aquí ha sido tradicionalmente casi al revés. Muchos directores están en contra de este maillot, porque les priva de más hueco para la publicidad. Algo desacertado, en mi opinión.

A partir del próximo 5 de julio todos sabrán quién es el campeón de España, porque Valverde lucirá nuestros colores en el Tour. Es algo bonito, ya que además del prestigio de haberlo ganado, a los aficionados les resultará muy fácil diferenciarle en las etapas de montaña. Ayer, el murciano hizo lo que quiso con sus rivales. Como ya es habitual en esta carrera, Alejandro cedió el protagonismo a sus compañeros, que tanto se sacrifican por él a lo largo del año. Esta vez, se marcharon por delante Iván Gutiérrez y David Arroyo con Sevilla, y al quedarse en cabeza el único que no era de su equipo, Valverde se lanzó a por él con una facilidad increíble. Está claro que llegará al 100% al Tour, como el resto del Caisse d'Epargne. Ojalá nos den una alegría en Francia.