El campesino que tiene 17 burros en su granja

Marzio Bruseghin (15 junio 1976, Conegliano) se subió por primera vez a una bicicleta a los 16 años. "Y tuve mala suerte, porque gané varias carreras. Soy ciclista por casualidad. Yo nunca quise ganarme la vida en esto, siempre quise ser campesino". No obstante, el dinero ganado como profesional le ha dado para comprarse una granja en el Véneto en la que tiene 17 burros, que son su gran pasión, y un campo de viñas con las que elabora un vino que etiqueta con el nombre de Amets, que significa sueño en euskera. La palabra en vasco es en honor de su amigo Patxi Vila.

"Marzio es un ciclista especial, no compite contra nadie, siempre lo hace contra sí mismo", explica el navarro. Por eso Bruseghin sólo ha logrado tres victorias en sus doce años como profesional y las tres contrarreloj. No tiene ambición deportiva. Se dedica a ayudar a sus jefes de fila, a Chava Jiménez y a Petacchi, entre otros; ahora a Cunego. Y todos dicen que es un gran profesional. "Los ciclistas somos unos privilegiados. Nos tienen en palmitas. Somos los gladiadores modernos", dice. Y sólo piensa terminar para volver a su granja. Nunca ve el ciclismo en televisión. "Sólo me gusta la París-Roubaix, esa sí que es una carrera de hombres".