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Yo digo González Linares

Un recuerdo trágico e inolvidable

El paso del Giro por Sicilia ha traído como siempre caídas y retiradas. Antes de empezar ya fue baja el talaverano David Arroyo y luego se han quedado fuera gente importante como el estadounidense Zabriskie y los australianos McGee y O'Grady. No me extraña, las carreteras en esta isla son muy peligrosas. Yo nunca me podré quitar de la cabeza el recuerdo de la muerte de mi paisano compañero y amigo Juan Manuel Santisteban en el Giro de 1976, porque además sufrió el accidente al esperarme a mí porque había tenido un pinchazo. Santisteban se fue en una curva, chocó contra un guardarraíl y salió volando para caer de cabeza en el suelo. Ayer ya no estábamos en Sicilia, pero también hubo otra caída en el sprint. Está siendo un Giro peligroso.

Un nuevo sprint que me confirmó la impresión de que no hay grandes velocistas en este Giro. El mejor parece Bennati. A Zabel le pesan los años, a Bettini se le ve que no está bien y a McEwen, sorprendentemente, ni se le ve. Ahí está también Koldo Fernández y creo que su equipo, el Euskaltel, se equivoca la trabajar para anular las escapadas. Ya se encargan de ello bastantes equipos italianos. Mejor que guardaran las fuerzas para ayudar a Koldo en los últimos cinco kilómetros, que es cuando lo necesita. Me llamó también la atención que los ciclistas se plantaran y decidieran correr a ritmo lento para protestar por el traslado desde Sicilia. No están los tiempos en el ciclismo para andarse con mojigaterías. Estos traslados siempre existieron.