Contador aguanta bien y 'Purito' dispara al larguero

La etapa de ayer nos dejó un par de evidencias. Primera: Contador todavía no está bien, pero se está calentando con el Giro y empieza a mirarlo con otros ojos. Ayer, pese a verse involucrado en una caída y explotar en la ascensión final, sólo perdió diez segundos. Y segunda: Joaquín Purito Rodríguez es todo un campeón y no sólo porque lleve el maillot rojigualda. El catalán estuvo a punto de llevarse la etapa con un ataque valiente a un kilómetro de la meta. Savoldelli tuvo que echar el resto para pillarle en favor de su compañero Di Luca, pero el que ganó fue Ricardo Riccó, italiano, sí, pero del Saunier Duval. Fue una jornada con fuerte aroma hispano. La maglia rosa se la llevó otro italiano, Franco Pellizotti, por un segundo.

A Joaquín Rodríguez, que hoy cumple 29 años, le llaman Purito porque en su primer entrenamiento como profesional en la ONCE, al llegar a un puerto dijo: "Esto me lo subo yo fumándome un purito". De aquello hace ya más de siete años, pero Quim sigue conservando su carácter bromista.

Sin estrés.

Lo primero que hizo Alberto Contador cuando bajó del autobús antes de empezar la etapa fue ponerse a contemplar el mar, la bahía de Cefalú. "No, no estoy estresado. Sé que va a ser un día muy duro y me gustaría no perder tiempo, pero no tengo ninguna presión en esta carrera". Lo primero que hizo Contador cuando cruzó la meta y se le acercó el primer periodista fue preguntar: ¿Quién ha ganado?". Riccó. "¿Y quiénes han quedado segundo y tercero?". Di Luca y Rebellin. Le interesaba conoce las bonificaciones. Le interesa el Giro.

Quim Rodríguez

"Me ha quedado un sabor muy amargo, porque me he visto ganador, con un hueco bastante bueno y con fuerzas. Hoy es mi cumpleaños y quería celebrarlo con un triunfo, pero lo importante es que me encuentro bien. Hay que seguir probando".

Alberto Contador

"Me he visto mejor de lo que esperaba. Me he levantado con dolor de piernas, pero luego la cosa se me ha dado bien, salvo al final. Me faltaron fuerzas en la última subida. Si no llego a parar un poco, reviento. No quería ni mirar el pulsómetro".