El ProTour ya tiene fecha de caducidad. El próximo año habrá un nuevo calendario que han pactado como alternativa todos los estamentos del ciclismo reunidos ayer y anteayer en París: organizadores, equipos, patrocinadores, ciclistas y seis Federaciones (115 representantes en total). Sólo faltó la UCI, que estaba invitada.
A la UCI se le va a ofrecer que conduzca el proyecto. Si se niega, serán las seis federaciones (España, Francia, Italia, Bélgica, Austria y Luxemburgo) las que lo pongan en marcha, como ya pasó con la París-Niza.
Con la idea prioritaria de acabar con los temas de dopaje, el plan contempla una reducción sensible de las carreras de primer nivel. Se parte de las tres grandes vueltas y las cinco grandes clásicas, como de obligada participación a los grandes equipos. Cada año se sumará alguna más alternativamente.
Para los equipos se establecerá un baremo por méritos éticos y deportivos para garantizarles la participación, en periodos de dos o tres años, en estas pruebas de élite. La reducción del número de éstas provocará la potenciación de las carreras de segundo nivel, a las que tendrán mayor acceso los grandes equipos.
Se ha elegido un reducido grupo que se encargará de elaborar este proyecto, que debe estar terminado en junio.