Contador y la ley del favorito

Ya decía ayer que Alberto Contador era el máximo favorito para ganar esta Vuelta al País Vasco y sólo le ha hecho falta un día para confirmarse como el hombre más en forma y el que más ganas tiene de llevarse esta carrera. Ha impuesto la ley del favorito. Su ataque, en el Alto de Deskarga, ha demostrado que el trazado de la prueba le va como anillo al dedo. Se ha ido muy fácil de sus rivales en la ascensión y ha dado una lección de fuerza en el llano. Dispone todavía de la etapa del durísimo Aia para volver a vencer, además de la crono final, en la que ha mejorado mucho esta temporada. Como no corre el Tour de Francia, tiene que apuntar a lograr todos los triunfos que estén en su mano. Ahora, lo que deben hacer el resto de los equipos es mover la carrera y no esperar a las últimas jornadas o a la contrarreloj para recortar diferencias.

Uno de los grandes alicientes de esta Vuelta al País Vasco, aparte de que su reconocido prestigio, es que cuenta con el terreno suficiente como para realizar escaramuzas, quemar al líder y a sus compañeros y ofrecer espectáculo al público. Por ejemplo, la etapa de ayer, con siete subidas a lo largo de 137 kilómetros, es de las que crean afición. Nadie quiere ver peñazos de 200 km, donde los favoritos sólo se mueven en la última ascensión y apenas se obtienen algunos segundos de recompensa. El colchón de Contador y el Astaná es escaso, así que desde hoy habrá que pasar al ataque. Nos espera una carrera muy entretenida.