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Ciclismo | Vuelta Castilla y León

Contador sentencia tras imponerse en la cuarta etapa

El español tardó 3 horas, 54 minutos y 17 segundos en recorrer los 160 kilómetros de recorrido.

<strong>VICTORIA.</strong> La victoria de Contador en la cuarta etapa de la Vuelta a Castilla y León sirvió para sentenciar la carrera.
Diario As

El ciclista de Astaná Alberto Contador atravesó en primer lugar la línea de meta del puerto Collada de Salcedillo, con un tiempo de 3 horas, 54 minutos y 17 segundos, que empleó para recorrer los 160,8 kilómetros de la cuarta etapa de la Vuelta Ciclista a Castilla y León, entre Carrión de los Condes y la Montaña Palentina.

Suelto, fresco y soberbio. Así se mostró el corredor natural de Pinto (Madrid), quien exhibió, por segundo año consecutivo en Castilla y León, sus innegables cualidades, al adjudicarse su segunda etapa de la presente edición.

Hoy, a falta de kilómetro y medio para coronar la llegada en alto, no cedió ante los ataques del especialista colombiano Mauricio Soler, de Barloworld, y se marchó en solitario sin que nadie pudiese hacerle sombra.

Le acompañaron en el podio de la etapa el propio Soler y Thomas Dekker, a quienes sacó 11 y 33 segundos, respectivamente. De este modo, y salvo sorpresa, Contador vestirá mañana, en la última etapa con meta en Riaño (León), el maillot burdeos otorgado al líder de la general.

En la salida de la etapa, establecida en la localidad palentina de Carrión de los Condes, la lluvia mojó ligeramente el asfalto, aunque, tras varios kilómetros de recorrido, dejó de chispear, si bien se mantuvieron el frío y un leve viento de costado.

Antes de llegar a Osorno (Palencia), sobre el kilómetro 20, cuatro corredores: Dionisio Galparsoro, de Euskaltel, el mexicano Ignacio Sarabia, de Extremadura, Iván Melero, de Orbea, y José Toribio, de Burgos Monumental, protagonizaron la escapada de la jornada, cuya diferencia, hacia el kilómetro 33, era de minuto y medio.

De todos ellos, Galparsoro y Toribio eran los ciclistas mejor colocados para arrebatar el liderato del madrileño Alberto Contador, a 44 y 56 segundos, respectivamente, aunque quedaba mucho trayecto y los dos minutos y medio eran una escasa renta.

Recorrido áspero

Diez kilómetros antes de llegar a la localidad palentina de Cervera de Pisuerga (Km.84), el recorrido se tornó áspero, con repechos largos, curvas cerradas y cuestas pronunciadas. De ahí que, el pelotón, consciente de la necesidad de no ceder un palmo, redujese la diferencia un minuto.

Pero la cabeza de la carrera, con los cuatro corredores, se rehizo, recuperando el terreno perdido y volviendo a marcar una ventaja que oscilaba, dependiendo del momento, los dos minutos. En la segunda hora de etapa el ritmo de carrera era de 43 kilómetros a la hora.

A la entrada de Aguilar de Campóo, 3 minutos y 40 segundos les separaban -máxima ventaja-, aunque, después de atravesar dicha localidad palentina, a la altura de las Salinas del Río Pisuerga, la diferencia comenzó a disminuir.

En el kilómetro 143, por San Cebrián de Muda, la diferencia era de un minuto. Así, una vez iniciado el primer puerto -Alto del Valle-, de tercera categoría, que precedió a Collada de Salcedillo, el pelotón cazó a Ignacio Sarabia, mientras que, a falta de 10 kilómetros, se anuló totalmente la fuga.

Entonces, se inició la subida del alto de Collada del Salcedillo, en cuyos últimos tres kilómetros, únicamente aguantaron el ritmo impuesto por la cabeza unos veinte corredores. La pendiente máxima era del trece por ciento y el firme se encontraba maltrecho.

El maillot de la montaña en el pasado Tour de Francia, Mauricio Soler, cumplió con sus advertencias y atacó hasta en dos ocasiones, pero Astaná, con Contador de estilete y Lepheimer de guardaespaldas, sacó pecho para que su líder sentenciase una Vuelta que ha dominado desde el principio.