ThermoReal, cómo sentir dolor físico en la Realidad Virtual
Diseñan un gadget para sentir cosas como frío y calor extremos, además de pellizcos reales.
El año pasado fue el momento en que la Realidad Virtual dejó de ser algo intangible, ultracaro y más propio de las fantasías futuristas de Tron y otras obras de Ciencia Ficción. Se hizo realidad, la podemos tener en casa ya sea a través de los equipos más caros como HTC Vive, Oculus Rift, PlayStation VR o los baratos como Samsung Gear VR o las Google Carboard. El acceso a la VR es máximo hoy día gracias a los smartphones, pero hay quienes quieren aún más.
Cómo sentir dolor físico en la Realidad Virtual
La VR es capaz de lograr un sentido de la inmersión total, máxime si usamos mandos en cada mano que nos dan la capacidad de agarrar objetos en la vida real y reproducir eso en la experiencia VR. Podemos hacer que la realidad virtual sea interactiva y no sólo contemplativa, pero la startup TEGway ha ido más allá y ha diseñado un gadget que “aumenta de manera drástica“ esa inmersión. ¿Cómo? Pues permitiendo que sintamos elementos como el calor intenso, el frío casi glacial e incluso un pinchazo de dolor.
ThermoReal es un aparato termoeléctrico que ha sido creado por personal del Instituto de Ciencia y Tecnología Avanzada de Corea, y que puede ponerse a una temperatura de 4 grados o de 40 grados cuando se sujeta, lo que al instante nos permite sentir frío o calor cuando en una experiencia VR toquemos la nieve o sujetemos una antorcha virtual, por ejemplo. De hecho el aparato es capaz incluso de crear calor y frío a la vez en distintas zonas, reproduciendo la sensación que uno tiene en la piel cuando le dan un pellizco, por lo que es capaz de hacernos sentir dolor.
Dispositivos termoeléctricos
¿Cómo funciona su tecnología? La compañía usa dispositivos termoeléctricos flexibles que pueden convertir la temperatura corporal en energía eléctrica. Las corrientes eléctricas también pueden ser enviadas a través del dispositivo, lo que permiten enfriarlo al instante o al contrario, calentarlo hasta un tope de 40º. Sin duda una tecnología atractiva y llena de posibilidades, aunque el elemento de dolor, por pequeño que sea, no será algo que las editoras quieran adoptar en masa. ¿Os imagináis el ThermoReal aplicado a un Call of Duty, un The Last of Us o a la propia industria del sexo virtual junto a los juguetes VR que ya existen? Que locura, desde luego, y qué de posibilidades.