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SURNE BILBAO BASKET

Ubal, el descaro infinito del ‘uruguasho’

“No tengo miedo a nada y trato de disfrutar cada vez que agarro la pelota”, sostiene el canterano charrúa del Barcelona cedido en el Bilbao Basket.

Ubal, escolta del Bilbao Basket
ACB MEDIA

Agustín Ubal se expresa con el mismo desparpajo con el que juega a baloncesto. Bajo ese aspecto flacucho coronado por una cara de niño travieso, hay un baloncestista capaz de encarar a quien se le ponga por delante. Lo lleva en los genes. En el Príncipe Felipe, sin ir más lejos, retó a Javi García y eso encendió al público. Le encanta desafiar. “No tengo miedo a nada y trato de disfrutar cada vez que agarro la pelota. Siempre fui muy descarado, desde muy pequeño, me encanta hacer lo que muchos no se animan”, expone el escolta cedido por el Barcelona en Bilbao. Atravesó un complicado proceso vírico al de poco de aterrizar en Euskadi y su puesta a punto para esta temporada se demoró más de lo que le habría gustado. Pero nada le amedrenta. El chico se ha ganado a Miribilla con su garra e insolencia. “Cuando piso la pista, me dan mucho cariño. Cuando pasé la enfermedad, la gente fue muy cálida”, relata. En la visita del Surne a Zaragoza empezó a acuñarse el grito de guerra ‘¡Uruguasho, uruguasho!”. Y eso le excita aún más sobre el parqué. “Se me pone la piel de ‘gashina’ y me dan ganas de tirarme de cabeza en la siguiente jugada”. Lo dice sin pestañear, con la frescura de un crío que emprendió la aventura europea con 17 años.

Estamos ante el típico producto de la cantera del Barça, un jugador recogido a temprana edad por viveros sudamericanos o del este europeo, con un hambre insaciable por el baloncesto. Su espejo podría ser Bolmaro, el argentino que dio el salto del Palau a la NBA muy temprano. Pero paso a paso. Su primera meta es llegar a vestir de culé. ”Es difícil, pero la ilusión siempre la tengo. Trabajo todos los días para ello y a ver si me llega la oportunidad en temporadas próximas. Siempre tuve las ganas de estar en el Barcelona y, si no puede ser, en un grande de Europa”, remarca en la previa del partido de Champions de mañana ante el Nymburk, con los deberes del liderato ya perfectamente hechos.

Agustín admite que el año pasado poco menos que dio un paso en falso en su evolución. Estaba con el Barcelona en el equipo EBA y le surgió la opción de jugar los dos últimos meses en el Breogán, un equipo que viajaba a toda marcha tras el ascenso, liderado por la superestrella Musa. Por ejemplo, le tocó defender a Goudelock en el partido del Pazo contra el Bilbao y el pobre chaval no sabía ni por dónde agarrar a semejante talento. “Fue complejo. Todos estaban afianzados, tenían los roles muy marcados, y era difícil meterme en la rotación. Ahora se da otra situación diferente, puedo aportar más al equipo que con el Breogán”. Tras esa corta etapa en Lugo, se le planteó la posibilidad de ir al Lleida de LEB Oro. pero cayó Rigo en Miribilla y se cruzó por medio el Bilbao Basket. “Hablé con el Barcelona y vimos que lo ideal era tener otra temporada en ACB, mi prioridad era esa, así que mi agencia trató de explorarlo. Por desgracia, aquí hubo dos lesiones. La oferta del Lleida estaba en el camino, pero al final vine acá”.

Insiste en que tanto la afición como el equipo le han tratado “espectacular” y se siente “como en casa”. ”Hay muy buen ambiente y me involucraron en el equipo enseguida. Está siendo una experiencia increíble y estoy tratando de absorber lo que se me presenta, compartiendo el equipo con profesionales. Todos están muy comprometidos con Jaume (Ponsarnau) y el cuerpo técnico”. Mañana tiene una oportunidad para jugar muchos minutos, ya que no hay nada en juego. “Es importante no demostrar sino estar ahí”. El próximo partido de ACB, el día 27, es ante el Real Madrid, “uno de los mejores clubes de Europa y, de tener una opción, sabemos que la gente va a apretar y moriremos por todo lo que se puede hacer”.