Smith y Sule se alían para mantener la inquietud del Manresa

Los números deslumbrantes los tiene Smith. Su partido fue colosal, el récord de anotación (28) y valoración (32) en ACB, de los que hacen pensar que este tipo está al nivel de superestrella que es Goudelock, al que vino a sustituir tras su grave lesión y lo ha hecho tan bien que Miribilla no lo echa de menos. Pero el primer peldaño del podio en el Bilbao-Manresa también debe ser ocupado por Sulejmanovic y su instinto depredador. Cuando el marcador lucía un 78-76, Harding se preparaba para una de esas acciones suyas de uno contra uno, porque es un jugador capaz de fabricarse acciones de enorme ejecutor. Restaban seis segundos. El pívot bosnio se puso delante y antes de que el escolta echara el balón al suelo para fabricar la jugada, se lo arrebató. Mano de pillo. Se la robó. Luego anotó dos tiros libres para empaquetar la victoria 13 de un Bilbao Basket que sigue en su empeño de no darse por vencido en la carrera por la novena plaza y la Champions. Venía Sule de fallar un triple que podía haber dejado el choque resuelto algo antes. Encontró el aro y el rebote ofensivo fue para Kayser. Insistió con la canasta del arco Smith, pero también lo erró. Así que la resolución quedó para esa defensa con marco dorado de Emir.

Un final incierto a un partido de locos. En Miribilla permanecía fresco el choque del miércoles ante el Tenerife, uno de los equipos que juegan con la calculadora en la mano. Pero ese telón cayó y se inauguró un espectáculo nuevo, nada que ver con el de tres días atrás. Aunque durante casi todo el año ha visto el infierno muy cerca y aún no tiene la tranquilidad en el cajón, el Manresa sigue siendo fiel a sus principios, es decir, manejarse con posesiones cortas y muchas transiciones. Pero le salió rana el plan al comienzo, con 0/8 en triples durante casi 18 minutos.

Para abrir boca, un tapón a dos manos más robo de Rabaseda a Harding. Arrancó Smith anotando con facilidad, intentado sacarse la mala tarde que tuvo ante el Tenerife. El Bilbao Basket amaneció a tope viviendo de su inspiración. Su primer cuarto ya fue asfaltando un partido espectacular. Impulsó al cuadro local a adquirir las primeras ventajas. Cuando pasaba al base encontraba más dificultades, eso sí, por la presión catalana. El segundo acto se puso en marcha con atasco general. Nadie lograba ver aro, hasta que lo hizo a los 2:45 Tsalmpouris en un reverso: 26-14. Reyes anotó desde el arco para poner la máxima renta local: 29-15. Harding entró entonces en escena y metió el primer triple manresano, que fue contestado inmediatamente por Smith. Los pupilos de Pedro Martínez vivían en gran medida de los tiros libres.

La segunda parte se abrió con una canasta de concurso de mates de Robinson, que luego lo celebró desafiante frente a Sule. Y, a partir de ahí, la locura, pero no en el juego como hasta entonces, sino a la hora de impartir justicia por parte de tres colegiados a los que se les fue la cosa de las manos. Primero, eso sí, se puso por delante el cuadro visitante, y luego se fue a cuatro: 46-50 tras canasta de Waczynski. Antideportiva a Radicevic, técnica a Ponsarnau por protestar y a Andersson por simular una falta, otra antideportiva de Jou corregida por el ‘instant replay’... El espectáculo lo ponían los que no están llamados a acapararlo. Todo eran manotazos, golpes y acciones al límite. La grada no se lo creía. Barandalla pudo aislarse y anotó una bandeja en el último segundo del tercer acto: 61-55.

Andersson naufragaba una vez más. Las pérdidas locales devolvían las opciones al Baxi, que no se dio por perdido en ningún instante. Smith retomó la partitura ganadora en un choque que se revolucionó demasiado. Martínez pedía asfixiar al base y el Bilbao trataba de burlar esa vigilancia poniendo el balón muy rápido en campo ofensivo. El final se fue apretando, hasta que Sule se apoderó del balón del triunfo. A veces el brillo no se lo lleva solo el máximo anotador.

Ponsarnau: “El acierto de Smith y el rebote nos han dado opciones de ganar”

Ponsarnau consideró que “el acierto de Adam (Smith) y el no haber perdido la batalla del rebote” han sido las claves de la victoria lograda en Miribilla frente al BAXI Manresa (80-76). “Hemos empezado muy bien. Viviendo de la inspiración de Adam, pero con el equipo muy bien y muy comprometido en defensa”, destacó el técnico de los ‘hombres de negro’ en su valoración del encuentro antes de admitir que en la segunda parte el equipo manresano “ha jugado mejor”.

“Hemos entrado con alguna duda. Las energías se han notado y las faltas nos han condicionado para encontrar solidez. Hemos tenido muchas pérdidas y hemos seguido viviendo del acierto de Adam y de muy buenas defensas”, explicó. Ponsarnau, además, se mostró “muy orgulloso del compromiso” mostrado por sus jugadores en una cita que afrontaban como “un reto” después de duro varapalo del pasado miércoles frente al Lenovo Tenerife.

“El otro día fallamos a Miribilla no porque no queríamos sino porque no sabíamos querer. Hoy la inspiración de Adam y la gestión de Niko (Radicevic) nos han marcado el camino y, aunque ha habido situaciones de estrés, el equipo solo ha tardado una posesión en canalizar el juego. Esa ha sido la diferencia”, concluyó.

Martínez: “No hago cábalas; quedan cuatro partidos y dependemos de nosotros”

Pedro Martínez subrayó que él no hace “cábalas” sobre las victorias que necesitan para lograr la permanencia en la Liga Endesa y recordó que dependen de sí mismos para conseguirlo. “No he hecho ningún calculo y si los hago es en mi casa, no públicamente. Dependemos de nosotros. Quedan cuatro partidos y debemos intentar ganar para no depender de otros”, recalcó Martínez tras valorar un partido del que lamentó “no haber tenido un tiro en la última jugada” para haber intentado al menos forzar la prórroga.

“Ahora se ve fácil que ha sido una decisión equivocada, pero no debemos pensar que eso ha sido la muerte de todo. Le ha llegado la pelota a nuestro mejor jugador -Jerrick Harding- y no hemos sido capaces de levantar el tiro, pero hay que valorar lo que hay antes de eso”, dijo. “Hemos tenido que volver porque Bilbao nos había cogido una diferencia, pero el equipo ha estado muy bien de espíritu y no darse por vencido. Me sabe mal que hemos jugado mal los finales de cuarto, especialmente en la segunda parte, pero hay que valorar el esfuerzo del equipo para intentar competir en una pista complicada”, recalcó.