Televisión

Laso: “Me siento con ganas de entrenar mañana mismo”

El entrenador vitoriano repasa la creación y explica los objetivos de su academia, habla de su actual situación laboral y deja muy abierta la posibilidad de volver en el corto plazo a los banquillos.

Pablo Laso durante un partido de Euroliga entre Alba Berlin y Saski Baskonia.
FILIP SINGER
Actualizado a

En un paréntesis en su carrera en los banquillos después de solo un año en el Baskonia, Pablo Laso (Vitoria, 1967), estrena labor televisiva como comentarista de la Liga Endesa en DAZN y sigue trabajando en otra de sus grandes ilusiones profesionales, su Pablo Laso Academy. Una academia con la que intenta formar en lo deportivo y lo académico, y con la que quiere usar el baloncesto para enseñar “valores y hábitos de vida saludables”. El entrenador vasco atendió a AS para hablar de esa labor, de cómo de importante es para él, y del resto de asuntos de su pasado, su presente y su futuro: el Real Madrid, el Bayern, el Baskonia, la televisión y, cómo no, los rumores que lo situaron como seleccionador antes de la contratación del que fuera su ayudante, Chus Mateo.

Lo primero de todo. ¿Qué tal, cómo está Pablo Laso?

Todo muy bien, hoy es un día especial porque nos hemos sacado la foto con todos los jugadores de la academia. Este es un proyecto que nos ilusiona y gracias al cual seguimos creciendo. La verdad que por esa parte estoy muy contento. Luego, a nivel personal, pues obviamente estoy atravesando un año extraño, porque llevo muchos años ligado al baloncesto como jugador y como entrenador, y este año me toca disfrutar de otras cosas fuera de lo que es el día a día del baloncesto.

¿Por qué decidió dar el paso de formar su propia academia?

Todo empezó en una conversación de cervezas hace ya bastantes años. No parábamos de repetir ‘tenemos que hacer un campus, tenemos que hacer un campus’, y fíjate, ya llevamos casi 10 años con nuestro campus creciendo, estamos muy contentos. ¿La academia? Lo mismo, otra conversación de cervezas: ‘tenemos que hacer una academia, tenemos que hacer un club’, porque se hablaba mucho de las canteras de los equipos y nosotros veíamos un hueco complicado que queríamos cubrir, uno para chavales que no entran en las canteras de los grandes equipos pero que también tienen un interés por seguir jugando a baloncesto. Algunos acaban dejándolo y nosotros queríamos ayudar a que siguieran creciendo, como jugadores y como personas. Todo eso nos llevaba a algo que en una academia cuesta, que es que obviamente queremos competir. Yo siempre digo a los entrenadores: ‘oye, queremos ganar, pero si eso nos va a costar perder esa ilusión y ese crecimiento personal, creo que nos equivocaríamos’. Tenemos que ir de la mano.

Y eso está funcionando

El año pasado tuvimos un éxito magnífico; en el poco tiempo que llevamos, meter a dos equipos en el campeonato de España es algo que sinceramente no esperábamos. El otro día hablábamos de la gente que tenemos jugando en la nueva Liga U, incluso que ha debutado en Liga Endesa… Para nosotros, todo eso son éxitos que no nos tomamos como algo baladí, sino que al contrario: pensamos que algo estaremos haciendo para que la gente siga preguntando cómo trabajamos. Le damos importancia a los entrenadores, a las personas... y, por supuesto, queremos al mejor jugador posible. Ojalá todos los que pasen por la academia terminen siendo estrellas de la NBA. Sabemos que es imposible, pero lo que no vamos a dejar es de intentarlo. Y queremos chavales que quieran seguir ese ese ejemplo.

Visto el tercer puesto en el campeonato cadete, ¿cuáles deben ser los siguientes pasos?

Entiendo la pregunta, pero probablemente los resultados sean lo que menos nos importa; estaríamos equivocados si acabamos la temporada como campeones de España y pensamos que todo está muy bien solo por eso. Tenemos que pensar en el crecimiento de nuestros chicos a nivel personal. Y si además ganamos, pues estaremos muy contentos. Siempre digo que se forma ganando, pero también queremos el cómo. Le damos mucha importancia al cómo y al por qué. ¿Aspiramos a ganar? Todos los días. Los resultados del año pasado nos sorprendieron para bien, pero hay otros que igual no; hay veces que tenemos que frenarnos y hay veces que tenemos que acelerar. Esto es lo que intento transmitir a toda la gente que trabaja con nosotros, a los entrenadores y a los jugadores, porque tenemos que mantener una línea, y que no solamente el resultado sea el que manda. Queremos que nuestra academia destaque por los resultados; pero, sobre todo, por pequeñas metas que vamos consiguiendo en el día a día.

¿Qué le aporta a Pablo Laso entrenar con jóvenes?

A mí los jóvenes siempre me aportan. Casi todos los veranos veo uno o dos campeonatos de Europa in situ. Y, si no, ahora con las nuevas tecnologías es más fácil porque los sigues todos… La energía que transmiten los jóvenes me aporta mucho a nivel profesional. En mis equipos he tenido siempre jugadores que han ido creciendo, pero que han hecho crecer también a los, digamos, más profesionales. Hay un tal Luka Doncic que apareció con 13 años en la cantera del Real Madrid y teníamos claro que ese chico llegaría al primer equipo. Pero en mi tiempo en el club hubo muchos de ese perfil: Yusta, Barreiro, De la Rúa, Rico, Cate, Felipe Dos Anjos... Muchísimos desde mi primer año. Siempre he pensado que ese tipo de gente empuja a los de arriba. Cuando fui a Alemania, también lo hicimos. Teníamos a Ivan Kharchenkov, un jugador de la selección alemana al que fuimos poniendo porque pensamos que iba a ser bueno para el equipo. Y en Baskonia igual; creo que los jóvenes transmiten la sensación de que quieren crecer, y empujan. Para mí eso es muy positivo como entrenador, aprendo viéndoles crecer y viendo a los entrenadores hacerles crecer. Es parte del proceso. No solamente de un equipo, también de un jugador y por supuesto, de un entrenador.

Dándole la vuelta ¿qué cree que aporta Pablo Laso a los jóvenes?

Pues mira, al principio fui muy quisquilloso con cosas que igual no se les da tanta importancia cuando se hace un campus. En el primer año, me acuerdo de unas broncas increíbles porque necesitábamos que el campus se hiciera con canchas de madera. Esto parece una tontería, pero yo le doy mucha importancia a que los chicos se sientan bien tratados. ¿Eso significa que tú me vas a traer a tu hijo y va a jugar 30 minutos y a tirar 25 tiros? No. Nosotros lo que queremos es que tu hijo sea mejor persona y mejor jugador, y yo aprieto mucho en cosas de esas; de equipo, de educación, porque al final muchas veces el mejor jugador es una buena persona. Y nosotros queremos buenas personas para poder tener grandes jugadores. Eso es lo que intento transmitir a mis entrenadores para que estos lo transmitan a sus jugadores.

Ahora que ha dejado los banquillos un poco de lado, ¿cómo vive esta nueva etapa?

Bueno, lo primero que digo es que no soy comentarista (risas). Hago unas colaboraciones y doy mi opinión, y me alegro de que la gente me diga ‘me lo paso muy bien contigo’. Intento transmitir lo que yo veo, pero también intento que la gente se lo pase bien; el otro día me decían ‘¿qué haces hablando de música?’. Bueno, es que me gusta la música, ¿por qué no voy a poder hablar de música en un partido de baloncesto? Intento aportar ese punto para que la gente se lo pase bien viendo un partido, y si desde mi experiencia puedo ayudar a que vean ciertas cosas, estoy más que encantado. Pero al final eres entrenador. Lo bueno ahora es que no tengo que preparar los partidos, no tengo la inmediatez del resultado, y veo los partidos más tranquilo. Estar fuera de la rueda te hace tener otra perspectiva. Pero, al final, el que es entrenador lo lleva siempre dentro, y en mi caso es así. Pero estoy disfrutando mucho de la experiencia de comentar en televisión.

¿Qué desafíos y nuevos retos encuentra en esa nueva labor?

El mayor reto viene de que suelo interactuar con los otros entrenadores, y siempre intento que se sientan cómodos. Ha habido incluso alguno que me dice ‘me alegro de que me hayas entrevistado’, porque he estado en su lugar y se sienten más cómodos. Intento transmitirles eso, que para mí es un reto. Muchas veces, con los nervios del partido, si te encuentras con alguien que te pregunta, por ejemplo, por qué en la defensa has hecho lo que has hecho, te sientes como: ‘¿lo digo o no lo digo?’. Lo que intento es que el entrenador se sienta cómodo y sienta que alguien le entiende, porque lo que no puedo es decirle lo que tiene que hacer, faltaría más. Normalmente, el entrenador es el que mejor conoce a su equipo. Desde mi posición, me puedo encontrar con un entrenador que hace una cosa y pensar que yo haría otra, pero cómo voy a decirle lo que yo haría. Estaría pecando de un intrusismo inadecuado. Por supuesto tengo mis ideas, pero intento transmitirles comodidad, que no es fácil porque estás en la guerra del partido.

Cuando habla con otros entrenadores y ve los partidos, ¿echa de menos estar ahí, en el banquillo?

Creo que sí, el entrenador siempre echa de menos entrenar. Es como el que vende coches, ¿de la noche a la mañana deja de vender coches? No, seguro que a la mañana siguiente se levanta y dice: ‘yo habría vendido el coche así’. Es inevitable. Yo veo un partido por la televisión, hacen una jugada y pienso ‘pero por qué hacen esto’. Es algo que nos sale a todos los entrenadores, pero es que le sale también a cualquier aficionado, es normal. Lo que no creo que sea bueno es transmitir al entrenador que tú lo harías de otra forma y que eso sería mejor, porque ellos son los primeros que quieren sacar lo mejor para su equipo. Es inevitable que pienses como entrenador, pero soy de los que creo que el entrenador no se pega patadas en los cojones. Intenta hacerlo a lo mejor posible y creo que mi visión, desde fuera, tiene que ser para apoyar y no para criticar.

¿Cómo ve, a día de hoy, la posibilidad de volver a un banquillo?

La veo como una posibilidad totalmente abierta, seguro. Cuando salí la primera vez del Real Madrid, después de muchos años, me decían ‘con el tiempo que llevas tómate un año tranquilo, sabático’. Pero, ahora, me siento abierto a poder entrenar a cualquier nivel, y de hecho lo hago: entreno a unos chicos de la academia, o en verano en el campus. Es mi vida y es muy difícil alejarme del baloncesto. Desde que tengo uso de razón ya jugaba, y ahora que soy bastante más mayor, con menos pelo, es inevitable pensar en él. Estoy pendiente de los partidos, de cómo juegan los equipos... Es normal, por eso me siento con ganas de entrenar mañana mismo. ¿Eso significa que mañana voy a estar fatal porque no entreno? No. tengo otras cosas para hacer, pero desde luego entrenar es mi vida y mi pasión. Así que por supuesto que estoy abierto a volver a entrenar.

Su nombre sonó mucho para sustituir a Sergio Scariolo en la Selección. ¿Cómo vivió esos momentos?

Yo no viví mucha incertidumbre. Que se pensara en mí es un orgullo. Un camarero me dijo “señor Laso, usted va a entrenar a la Selección” y yo pensé ‘pues hombre, muchísimas gracias’. Me alegra que piensen en mí, pero en ese momento no viví mucha incertidumbre porque nadie habló conmigo. Yo lo que agradezco, y de lo que me siento muy orgulloso, es de que la gente piense en mí y piense que puedo entrenar a la Selección. Pero creo que la Federación ha elegido a un entrenador que tiene mucha experiencia, y le deseo la mayor de la suertes a Chus. Repito, que la gente piense es un motivo de orgullo, pero en este caso creo que la Federación ha hecho una buena elección, que era difícil después de muchos años de Sergio. Todos queremos que a la Selección le vaya muy bien porque eso será bueno para el baloncesto español.

Si le hubieran llamado, le habría gustado ser el nuevo seleccionador?

Hombre, a mí y a cualquiera. Tengo a dos personas ahora mismo a mi lado que si les dices que van a entrenar a la Selección, se pondrían súper contentos. Es algo que hace ilusión a cualquiera relacionado con el baloncesto. Soy de los que creo que entrenar a la Selección siempre es un un reto, una responsabilidad muy grande. Y que la gente piense que tú puedes llegar a ser seleccionador es una ilusión muy grande.

Estuvo un año en el Bayern. ¿Cómo fue su primera experiencia profesional fuera de España?

Bueno, creo que mi salida de España era casi obligatoria a nivel personal, en el sentido de que necesitaba ver un baloncesto diferente, cómo se trabaja de manera distinta. Podría contar mil historietas de la diferencia entre entrenar en España o fuera. Mi año en Alemania fue magnífico, creo que acerté de pleno en ir a una organización como el Bayern, y al final fue un exitoso: ganamos la Liga y la Copa y estuvimos cerca de entrar en el playoff de la Euroliga. Fue una experiencia magnífica para mí porque fue la primera vez que salí al extranjero a entrenar. Recuerdo que un gran entrenador como Xavi Pascual me dijo “Pablo, hasta que no salgas fuera de España no serás entrenador”. Él salió, y creo que ha tenido mucho éxito en el Panathinaikos y en el Zenit. Ahora también está sin equipo pero, para cualquiera, ser capaz de entrenar en diferentes sitios habla de la capacidad de adaptación, algo muy importante en este trabajo.

¿Cómo afrontó el hecho de que le comunicara el Baskonia que no iba a seguir en un proyecto que había sido tan ilusionante a nivel personal?

En la vuelta a Vitoria la ilusión a nivel personal era muy grande. Porque vuelves a casa, a un equipo para mí histórico, en el que jugué en mi primera experiencia profesional... fue una ilusión grandísima. Que el club, en este caso Querejeta, decida cambiar de entrenador, es parte de este trabajo. Si no lo aceptáramos, no seríamos entrenadores. ¿Te cabreas y dices ‘no, voy a seguir viniendo’? No, te han quitado y no vas a seguir. Me puede joder porque haces las cosas con mucha ilusión, pero tienes que aceptarlo. Otra cosa es que las entiendas o no las entiendas, pero no te queda otra. El Baskonia sigue su camino, es mucho más que Pablo Laso. Como el Bayern y, por supuesto, el Real Madrid. Todos los clubes están por encima de las personas. Tengo la tristeza de que mi tiempo en Vitoria no haya sido todo lo fructífero, largo y satisfactorio que me hubiera gustado, pero ya está. Tengo que mirar hacia adelante, pensar que en el futuro las cosas van a salir bien como muchas veces han salido.

La última, sobre el Real Madrid. Ahora desde una posición más alejada, ¿cómo ve el nuevo proyecto con Sergio Scariolo?

Llevamos pocos partidos, aún es muy pronto para valorar. Lo que sí veo es una apuesta por jugadores nuevos y con calidad contrastada. Estamos viendo muy buenas cosas de jugadores que habíamos visto en la NBA: Okeke, Lyles, Hezonja... Pero, para mí, al final el equipo sigue siendo un poco de la gente que entrené. Sergi, Facu, Tavares, Deck, Alberto... al final son la columna vertebral de un equipo que, obviamente, se ha reforzado. Además, el cambio en las oficinas también puede mejorar el equipo, a largo plazo, porque es una época en la que hay mucho movimiento de jugadores, entre entradas. salidas... También se habla mucho de la NBA viniendo a Europa, la Champions, los equipos israelitas, los rusos… Hay mucha marejada, pero creo que el Madrid está bien posicionado. Le deseo la mayor de las suertes.

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