NBA | JAZZ 111 - MAVERICKS 124
Por fin: los Mavs ganan sin Doncic y dan la bienvenida a Kyrie
Tras un 0 de 7 sin Luka Doncic, los Mavericks se imponen en Salt Lake City horas después de que se hiciera oficial el fichaje de Kyrie Irving. Empieza la guerra.
Los Mavs van a dejar de ser los Mavs, al menos tal y como los conocemos. Si la guerra va a empezar pronto, Jason Kidd ha estado a la altura de las circunstancias y ha reservado a Luka Doncic antes de la llegada Kyrie Irving. Y la plantilla, que estaba en 0-7 sin el esloveno esta temporada, ha hecho piña para demostrar que quiere estar preparada para lo que se avecina, sea lo que sea lo que se avecine. Victoria en Salt Lake City, la sede este año del All Star (111-124) en un ejercicio coral extraordinario que por un momento permitió al equipo ser el centro de atención de la NBA durante unos instantes por una cosa que no fuera el terremoto causado por el fichaje de Kyrie, que se hizo oficial durante el día de ayer. El primer partido sin Dorian Finney-Smith y Spencer Dinwiddie se resolvió con todo un sobresaliente. Y ahora falta por ver cuál es la situación con el nuevo fichaje y qué va a pasar en los Mavericks.
Las cosas no serán sencillas. Mark Cuban. un directivo con un talento enorme que fue pionero en una forma de comportarse de los propietarios que (afortunadamente) no ha tenido continuidad, tiene la misma capacidad para entender el baloncesto que para ejercer una cantidad ingente de polémica. Y siempre ha tenido las cosas claras en lo referente a la construcción de una franquicia: un solo jugador, que además ha dado la casualidad de ser europeo, al que rodear como mejor pueda y al que ceder en casi todo lo que pida. Darle las llaves de la entidad. Dejar que sea la cara mientras, además, se piensa que es el jefe. Algo que se ha mantenido en el tiempo en las dos últimas décadas, primero con Dirk Nowitzki y luego con Luka Doncic, y en lo que no se va a cambiar un ápice o eso parecía... hasta ahora.
¿Por qué? Los Mavs son un mercado ligeramente a pequeño al que nunca suelen ir agentes libres ni grandes estrellas. Es muy difícil encontrar un ejemplo de baloncestista espectacular que haya ido a recalar a Dallas en un buen momento. Porque sí, el Kyrie de 2023 plantea muchas dudas y lleva siete años, desde 2016. perjudicando su propia reputación. Pero en peor momento llegaban al equipo la concatenación de veteranos venidos a menos que conquistaron el anillo de 2011 (Shawn Marion, Jason Kidd, Pedja Stojakovic...) o los que llegaron después (Vince Carter). Tampoco este esquema ha salido bien a los Mavs en las pocas veces que se ha dado, con la llegada de Rajon Rondo y todo lo que supuso en sus problemas con Rick Carlisle a la cabeza. Y, por supuesto, ninguno de los que llegó en el pasado era mejor que el Kyrie del presente. Por lo tanto, Cuban se salta una de sus reglas no escritas. Se la juega. En connivencia con su gente de confianza (Nico Harrison, Jason Kidd...) y para contentar a Doncic. ¿Le saldrá bien?
Igual que no sabemos lo que va a pasar, sabemos lo que sí ha pasado. Y, de la misma forma, tenemos que analizar el último partido de los Mavericks como lo que es: un ejercicio fantástico de orgullo y pundonor tras un movimiento que les ha expuesto demasiado de cara a la opinión pública, ese lugar en el que se ganan y se pierden las batallas que deciden las guerras. Pero, hasta la llegada de Kyrie y el retorno de Doncic, toca esperar y tirar de lo que hemos visto: 29 puntos de un enormérrimo Josh Green, que dará un paso al frente en la rotación tras la salida de Dorian. 13 de Reggie Bullock, 12 (con 16 rebotes) de Dwight Powell, 17 de Tim Hardaway, 10+3+4 de McKinley Wright IV, que viene de la G League y fue puesto de titular ante la marejada de bajas; y otros 29 de Jaden Hardy, otro rookie debutante que jugó como un ángel. De nada sirvieron los 26 puntos de Jordan Clarkson (con 0 de 5 en triples) ni los 19+7 de Lauri Markkanen. Los Mavs repartieron 26 asistencias, se recuperaron del gran inicio local (37-25) y aceleraron para ganar en el periodo final (35-26). Una gran victoria con poco de Christian Wood (6+9+4, pero 1 de 7 en tiros). Y a expensas de que llegue, por fin, Kyrie Irving. Una estrella con carácter explosivo. Por decirlo suavemente.