NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

NBA | CELTICS 112 - PACERS 117

Máxima presión en el Este

Los Celtics vuelven a estrellarse en su pista y los Cavs ganan de forma convincente a los Bucks. La lucha en el Este va camino de ser cosa de cinco.

Máxima presión en el Este
Brian FluhartyUSA TODAY Sports

Pero ¿qué está pasando? Boston Celtics y Miwaukee Bucks son los dos grandes favoritos al anillo. Eso no ha cambiado, pero la isla en la que vivían los dos, aislados del ruido que hacían todos los demás, no parece ahora tan lejos del continente NBA. Los grandes aspirantes (mientras el campeón pasa las de Caín con Stephen Curry lesionado) están en un extraño momento de irregularidad del que veremos si salen y, sobre todo, cómo salen. Especialmente los Celtics, que tras parecer un equipo pluscuamperfecto durante semanas, se han convertido en una mundana bola de equivocaciones y están 22-10 con, glups, cinco derrotas en seis partidos (y la victoria, aquel milagro contra los Lakers que necesitó dos tiros libres fallados de Anthony Davis en los últimos segundos). Un mal viaje por el Oeste devolvió al equipo al Garden con la maleta desordenada: dos derrotas seguidas contra Orlando Magic, una a continuación contra Indiana Pacers (112-117).

Los Celtics reciben el viernes a los Wolves y lo siguiente, el domingo, será (jou jou jou) el gran partido de Navidad contra Milwaukee Bucks, una especie de Super Bowl de la actual NBA. Los Celtics avanzan hacia la gran tarde de la regular season en su peor momento en casi un año natural, desde que pusieron el despertador tras su mal inicio de temporada pasada. La inercia, ahora, parece justo la contraria. Pero es que los Bucks tampoco abren brecha (22-9, medio partido de ventaja) en una carrera cuyo premio puede ser vital para decidir el campeón en primavera: la ventaja de campo en una hipotética final del Este que ya no parece tan garantizada. Los Cavaliers ganaron a los Bucks de forma convincente (114-106) y están 22-11, a un partido del liderato y a medio de los Celtics. Y detrás asoman, metiéndose en la escapada buena, Nets (20-12, siete victorias seguidas) y Sixers (18-12 y seis). Ambos, después de sus tremendas zozobras de inicio de curso, tienen solo dos derrotas más que los Celtics y tres más que los Bucks a poco más de una semana del cambio de año. Quién iba a decirlo.

De la felicidad a los abucheos en el Garden

Es muy difícil de explicar lo que ha pasado con los Celtics en este mes de diciembre que arrancaron en 18-4 y con el mejor ataque, estadísticamente, de la historia. Desde entonces son el peor rating ofensivo de la NBA y apilan derrotas en partidos que hace no tanto habrían ganado silbando. Contra los Pacers, y sin Marcus Smart (enfermo), fueron abucheados cuando se fueron al descanso con un increíble 43-71. Increíble… para el que no hubiera visto el despliegue penoso de un grupo de jugadores que parecían haberse conocido un rato antes de salir a jugar. Los Pacers ganaron el primer cuarto 22-42 con un 8/11 en triples, un 61% en tiros totales y 15 puntos con 5 asistencias de Tyrese Haliburton, que acabó con 33 y 8 en otro paso hacia un All Star que tiene asegurado y que anotó el triple esencial (el sexto de su cuenta) para matar definitivamente a unos Celtics que intentaron salir de la tumba tras el descanso.

Jayson Tatum (8 puntos en la primera parte, 41 en total) empujó con todo en una segunda parte furiosa en la que olió a remontada. Robert Williams cambió la cara del equipo en una defensa que tardó demasiado en hacer click y los demás fueron ayudando a Tatum como buenamente pudieron. No mucho Jaylen Brown, que no tuvo el día: 19 puntos, 8/23 en tiros, 2 asistencias por 4 pérdidas. Los Celtics, que encajaron un bochornoso 2-26 durante seis minutos del primer cuarto y perdían por 30 antes del descanso, se pusieron a siete a mitad del último parcial y llegaron a un 106-111 a tres minutos del final. Ahí llegó la daga, el citado triple de Haliburton para unos Pacers que lo bordaron en la primera parte e hicieron lo suficiente para mantenerse a flote después. Y que, aunque no han podido mantener el ritmo de su tremendo inicio de curso, siguen en zona de playoffs (16-16).

Donovan Mitchell sostiene a los Cavaliers

Mientras los Celtics se la pegaban de forma sonora en Boston, Cavaliers y Bucks jugaban el gran partido de la División Central y su tercer duelo del curso, 2-1 ahora para los de Wisconsin. Hubo paralelismos: un desastre inicial de los Bucks (35-20) llevó al pez gordo casi muerto al descanso (60-42, 16 pérdidas de los de Budenholzer), antes de una reacción explosiva y liderada por el gran jefe, en este caso un Giannis Antetokounmpo que acabó con 45 puntos y 15 rebotes a pesar de que los Cavs le pusieron las cosas muy difíciles con un gran trabajo defensivo que comandó Jarrett Allen. Además, Isaac Okoro hizo sufrir mucho a Jrue Holiday (9 puntos, 12 tiros, 4 pérdidas).

Los Bucks, con todo, estaban a cinco a 2:21 del final. Pero Donovan Mitchell sentenció con nueve tiros libres sin fallo (15/16 desde la línea de personal) para el mejor equipo local de la NBA, unos Cavs que están en un fantástico 16-2 en su pista, que llevan cinco victorias seguidas y que tienen a tiro la primera posición del Este con la sensación, además, de que todavía pueden ser un poco mejores de lo que estamos viendo. Cuidado. En sus dos derrotas de la temporada contra los Bucks, cedieron a la presión física (Giannis a la cabeza) de su rival en el tercer cuarto. Esta vez defendieron el fuerte, con Mitchell como ancla: 36 puntos y 6 asistencias a pesar de que los Bucks le hicieron sudar cada punto (muchos desde la línea de personal): 9/21 en tiros. Garland acabó con 23 puntos, Allen con 19+8 y Kevin Love dio relevos a un Evan Mobley martirizador por las faltas. Los Cavs ganaron en la noche en el que podían demostrar que tal vez el Este no sea solo cosas de dos. Eso parece, ahora. La carrera se está poniendo apasionante en el top 5 de la Conferencia, donde los Cavaliers miran con un ojo hacia adelante (Bucks, Celtics) y con el otro a lo que viene por detrás a toda máquina (Nets, Sixers). La cosa promete.