NBA | Thunder 133 - 100 Sixers
Los Thunder, en el punto de mira
El equipo vuelve a reservar a la inmensa mayoría de los titulares en un duelo contra los Sixers que querían perder... y ganaron de 33. La decisión provoca muchas críticas.

La obsesión de Sam Presti por coleccionar rondas del draft es de sobra conocida. Así es como el directivo ha formado el actual proyecto de los Thunder, uno que ocupa el primer puesto de la Conferencia Oeste y que el año pasado llegó a semifinales de Conferencia. Que lucha por emerger, construyendo una plantilla durante el último lustro joven y competitiva, con la que rodean a una estrella generacional como Shai Gilgeous-Alexander. El equipo del trueno, igual que en su época dorada, la única que tuvieron desde el traslado de Seattle a Oklahoma (con Kevin Durant) va a pasar de las 60 victorias (llevan 57 y tienen todavía 13 partidos por delante) por primera vez desde 2013 y por segunda en su historia. Ya han igualado el balance de la temporada pasada, están en posición de hacerse con un mejor récord que los imberbes y revolucionarios Cavaliers y asegurarse así ventaja de campo en todas las rondas de playoffs, algo más que atractivo si tenemos en cuenta que es imposible tenerlo todo en cuenta, saber lo que va a pasar. Apabullan rivales, acumulan víctimas y protagonizan auténticas exhibiciones como si no tuvieran otra cosa que hacer en esta vida. Pero, teniendo en cuenta todo eso: ¿por qué narices se han metido en el follón en el que están ahora mismo?
Igual que ocurrió el pasado 7 de marzo ante los Blazers, los Thunder jugaron contra los Sixers con un sinfín de bajas. De hecho, no estuvieron Ajay Mitchell, Nikola Topić, Jalen Williams, Cason Wallace, Isaiah Hartenstein ni Shai Gilgeous-Alexander. Y si bien algunas de esas ausencias pueden estar justificadas por temas médicos, hay otras que parecen destinadas a otra cosa. Concretamente, a perder. Pero, ¿por qué hacen esto los Thunder? El equipo de Oklahoma tiene un acuerdo con Philadelphia por el cual tendrán el pick de la próxima primera ronda del draft si éste no entra dentro del top 6. Por lo tanto, necesitaban que los Sixers ganaran el partido para que las probabilidades de hacerse con el codiciado (por Sam Presti, que no es como todo el mundo) pick fueran mayores. Algo que se ha ido reduciendo en las últimas fechas, en las que el equipo de Niuck Nurse, en una espiral eterna de desgracias (sin Joel Embiid, Paul George, Tyrese Maxey...) se ha abandonado definitivamente al tanking porque no tiene otra cosa mejor que hacer que perder y esperar a que se acabe esta tortura. Algo que roza la desvergüenza por parte concretamente de los Thunder, que parece (no se sabe a ciencia cierta) que preferían perder para asegurarse un pick hipotético y que ni siquiera hubieran tenido asegurado... en caso de que el resultado hubiera sido otro.
Porque, en el colmo de los colmos, los locales ganaron en una auténtica exhibición de los que sí estaban.
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