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NBA | MAVERICKS 122 - PACERS 124

Kyrie y Doncic son un desastre

Los Pacers llevaron la iniciativa en el último cuarto y los Mavs naufragaron en la remontada. Kyrie falla el tiro ganador. La pareja, 1-4. Kidd, mal.

Luka Doncic abraza a Kyrie Irving tras el fallo en el triple del base en la última jugada del choque.
Luka Doncic abraza a Kyrie Irving tras el fallo en el triple del base en la última jugada del choque.Jerome MironUSA TODAY Sports

De donde no hay, no se puede sacar. Nueva derrota de los Mavericks, segunda consecutiva tras la mayor remontada de la temporada ante los Lakers, y 1-4 de récord con Kyrie Irving y Luka Doncic formando pareja en pista. Imposible de justificar, de momento, un traspaso que ha dejado al equipo de Dallas sin rotación ni defensa, la diferencia de 12 puntos (100-112) que se manejaba a 10 minutos del final fue reducida a tan solo 1 cuando quedaban 2:30 (120-121). A 7 segundos para la conclusión, el resultado era de 122-124 y el balón, de los Mavs. Ya no se movió: ahí se acabó el encuentro, otro intento frustrado por parte de la afición del American Airlines Center, que cada vez sabe menos a qué agarrarse en lo referente a una plantilla que deja muchas dudas a primera vista, pero más todavía cuando la ves jugar.

Hay cosas que sorprenden: que Kyrie, con 0 de 3 en triples antes del último fallo y 16 puntos, sea el elegido de Jason Kidd para jugarse el último tiro por delante de un Doncic que ni siquiera tocó el balón en la última jugada... y que llevaba 39, por mucho que su 3 de 9 desde el exterior no convenciera a nadie. También la pésima gestión de los tiempos muertos del entrenador local, que hace de la indolencia un defecto muy pobre y que no se resigna a parar el choque hasta que el parcial del rival es escandalosamente negativo para sus Mavs. Un error, por cierto, que contrasta mucho con el de Rick Carlisle, entrenador de los Pacers; controlador, centrado y meticuloso no dejó que hubiera más de dos canastas seguidas de sus rivales en el último periodo. Había que amarrar. Y el hecho de ganar en la casa de la franquicia de la que había sido entrenador durante 13 años era una buena motivación. Salió, recordemos, por la puerta de atrás. ¿Tendría alguien algo que ver?

El error de Kyrie al final supone el quinto triple que falla desde que llegó a los Mavs en una situación en la que los texanos vayan 2 abajo. Un pobre balance, como también lo fueron sus 16 tantos, 5 rebotes y 9 asistencias, muy insuficientes para todo. Doncic se fue a 39+8+6. Al final del partido dijo algo así de que todos tendrían que hablar: “Creo que deberíamos hablar de todo el equipo porque jugamos como un equipo. Ganamos, perdemos como equipo. No se trata solo de dos jugadores”. Unas declaraciones atrevidas, ya que hay veces que verdaderamente parece que juegan los dos solos y si antes eran predecibles con una sola gran estrella, ahora lo parecen ser con dos. La sensación de que se turnan cada uno para hacer una jugada roza puntos bochornosos. Y el hecho de que Reggie Bullock se fuera a 14 puntos, Tim Hardaway a 16 y Christian Wood a 12 es solo un mero espejismo: Kyrie y Durant lanzaron 43 de los 98 lanzamientos del equipo, más de un 43%. Podría ser peor, pero...

Los Pacers triunfaron en el no cumpleaños de Tyrese Haliburton, nacido el 29 de febrero del 2000, una ironía que no ha sufrido Doncic, nacido un día antes. 32 puntos, 7 rebotes y 6 aistencias alaban al base, que se unió a los 24+7 de Myles Turner, 14 de Aaron Nesmith... El peor parado esta vez fue Andrew Nembhard, que se quedó en 3 tantos y falló los dos tiros libres para sentenciar, pero poco importa ya, especialmente ante los Mavs. Un equipo denostado, un dislate defensivo. Maxi Kleber jugó un partido por primera vez desde el 12 de diciembre y no fue el problema (9 puntos), pero tampoco la solución. Wood está perdido y sus aportaciones en ataque sucumben ya definitivamente ante su paupérrima defensa. Y Doncic, que acaba de cumplir 24 años, mira al mercado veraniego con la coyuntura del contrato de estos dos últimos hombres y la necesidad de cambiar cosas si los Mavs no van a por el anillo, incluido un Kidd ensalzado el año pasado y denostado el presente. Un desastre total. Y, sobre todo, una solución muy complicada. Por inexistente, vaya.