MUNDIAL | EDICIÓN 2023 | GRUPOS | 2ª JORNADA
Doncic contra el mundo
Eslovenia se impuso a Georgia y amarra la clasificación para la siguiente ronda. Luka Doncic, omnipresente: 34 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias.
Eslovenia tiene un plan y va a ganar o morir con él: Luka Doncic. Ahí empiezan y acaban los argumentos de una selección que, más que nunca, tiene que basarse en su estrella. La lesión de Vlatko Cancar durante la preparación y la renuncia, parece que perpetua, de Goran Dragic a acudir a la llamada a sus ya 37 años dejan al base como capitán general. Ya lo era, pero ahora se confirma de forma definitiva: monopoliza el sistema, participa en cada ataque, asiste, anota, aporta en el rebote, roba balones y saca faltas en ataque. Lejos queda esa plantilla que prometía una era de éxitos pero ve ya lejano el oro del Eurobasket de 2017. Pero eso no significa que no entren en las quinielas: el partido ante Cabo Verde, el último de la primera fase del Mundial 2023, será una palanca para lo que viene por mucho que los de Edy Tavares tengan todavía opciones de clasificarse. Eslovenia ya piensa en el siguiente grupo, el siguiente examen. Y ahí es donde podremos ver cuál es el alcance real del equipo.
El de Doncic ya lo sabemos. El base finalizó con 34 puntos, 10 rebotes y 6 asistencias. Y hay alguna buena noticia en este aspecto: primero, que Eslovenia dio el primer bocado en ausencia de su estrella, durante el segundo periodo, antes de irse al descanso con un favorable 33-45, con Doncic regresando del banquillo para disputar los últimos minutos de la primera mitad, aunque con un resultado ya favorable para los suyos. Y después, que el jugador de los Mavericks disputó menos de 32 minutos, algo que hay que resaltar teniendo en cuenta el cansancio acumulado tras la temporada NBA y la tónica que ha sufrido en los últimos torneos FIBA, cuando llega muy fatigado cuando toca luchar por las medallas. Veremos si vuelve a ocurrir lo mismo o cambian las tornas.
La cantidad ingente de errores en el inicio hacían presagiar un resultado corto que al final no fue, al menos en el caso de Eslovenia. Tuvieron que pasar más de 5 minutos para que Georgia anotara su primera canasta en juego y eso les animó, ya que un 2-14 se convirtió en un 17-16 al término del primer periodo. Doncic entonces ya había participado, anotando o asistiendo, en todos los puntos de su equipo. La brecha se abrió en el segundo parcial y, aunque Georgia todavía tenía opciones al término del tercer periodo, un triple de Gregor Hrovat a pase de Doncic siguió ampliando la ventaja eslovena (50-63). Cuando empezó el cuarto definitivo, Hrovat repitió, Klemen Prepelic descerrajó otro y Doncic logró uno más: 50-72. Se acabó. Los últimos minutos hasta el resultado final (67-88) fueron un mero trámite, con el base descansndo a 6 minutos del final, entrando de nuevo y diciendo su último adiós a poco menos de 2. Examen superado.
Georgia era el rival más duro del grupo y Eslovenia lo ha superado con creces, dominio y claridad. Prepelic se fue a 15 tantos y se postula como el segundo hombre detrás de Doncic, mientras que Zoran Dragic, con 12, completó el trío por encima de los dobles dígitos en anotación. En Georgia no respondieron ni Tornike Shengelia (9), ni Giorgi Shermadini (4).; tampoco Thaddus McFadden (5). Por lo que el peso lo llevaron Kakhaber Jintcharadze (12) y Sandro Mamukelashvili (21). Insuficiente esfuerzo y demasiadas pérdidas (hasta 17), motivadas por las buenas manos de los eslovenos, que tuvieron a Doncic con 3 robos y muy activo en las ayudas. En teoría, Eslovenia tiene la plantilla menos favorita desde que conquistaron ese oro en 2017, un éxito del pasado que no vale para justificar el presente. Pero la teoría no vale cuando hay un jugador generacional como Luka Doncic, dispuesto a todo para conquistar todos los éxitos posibles. Así están las cosas para Eslovenia: Doncic contra el mundo.