Willy-Lorenzo, una sociedad para años
En la Selección Española dos aspirantes al MVP del Eurobasket han resultado imparables juntos: Willy Hernangómez y Lorenzo Brown.
Se cayeron bien desde el primer día. Willy Hernangómez decidió ponerse al lado de Lorenzo Brown, tutelar con la ayuda de su hermano Juancho y de Rudy su integración en La Familia. Y terminó trasladándose a la pista. Willy y Lorenzo han sido, de largo, la sociedad del campeonato. Los dos aspiran de manera individual al MVP, pero han resultado imparables como pareja. “Ha alimentado muy bien a Willy”, explica Sergio Scariolo, que ha sacado petróleo de esa conexión. Los principios de partido han sido del pívot, que va llenando el granero de puntos y aumenta su confianza. Los finales, para el letal Lorenzo, que desde la posición de escolta hizo un destrozo en los octavos de final contra Lituania y, ya en semifinales, machacó a los alemanes. El base nacionalizado, nuevo rey de la pocha, promedia 15,3 puntos y 5,7 asistencias. El pívot, con 17,6 tantos por partido, es uno de los mejores anotadores por minuto del campeonato. El pick-and-roll de los jugadores de Maccabi y Pelicans ha sido el gran argumento ofensivo durante el campeonato.
“No hay estrellas en este equipo”, insiste Lorenzo Brown cuando se le pregunta por la posibilidad de ser elegido mejor jugador del torneo. El rendimiento del base ha sido extraordinario, más si se advierte que ha jugado con el hombro derecho en condiciones muy difíciles todo el campeonato. Brown, sin embargo, ha llevado en silencio el dolor, tratado por los doctores de la Selección con discreción. Y con éxito, porque su rendimiento no ha decrecido. “Ahora ya sólo queda uno”, dijo Brown después de su partidazo contra Alemania.
La historia de Willy es la de una confirmación. Siete años después de debutar con la Selección en el Eurobasket de 2015, se ha convertido en el líder indiscutible de España. Y da la sensación de que para rato. “Lo de Willy es muy sencillo, quiero convertirlo en una estrella”, explicó Scariolo en AS hace unos días. De momento, si nada se tuerce, la pareja formará parte del quinteto ideal y quién sabe si de entre los dos saldrá el mejor jugador del torneo.