Un Lenovo Tenerife coral aplasta al Monbus Obradoiro
Los canarios avasallan en Fontes do Sar desde el primer cuarto para llevarse la 16ª victoria de la temporada.
Un Lenovo Tenerife coral arrolló este sábado al Monbus Obradoiro (58-78) en el Multiusos Fontes do Sar, donde el conjunto isleño se reencontró con la victoria tras su tropiezo europeo ante el UCAM Murcia.
El rodillo insular cogió velocidad de crucero desde el inicio, con una asfixiante defensa que se le atragantó a su rival (se quedó en 58 puntos, de los cuales 23 los firmó en el último cuarto), y una riqueza táctica en ataque que sacó a relucir los múltiples recursos de su gran plantilla.
La exhibición en el primer tiempo de Marcelinho Huertas fundió al Obradoiro, sin antídoto para detener su ingenio. El brasileño ofreció un recital en la dirección, con pases que supieron explotar los interiores del Tenerife.
El equipo gallego, castigado por su desacierto exterior -1/6 en triples en los primeros diez minutos- se agarró al canadiense Kassius Robertson para seguir con vida, a remolque desde el inicio por el 0-7 de salida de su rival tras dos triples y un tiro libre adicional del finlandés Sasu Salin.
RESUMEN
78 Lenovo Tenerife (22+13+19+24): Fitipaldo (3), Salin (18), Bolmaro, Doornekamp (5) y Shermadini (11) -equipo titular- Marcelinho Huertas (6), Cook (17), Fran Guerra (8), Abromaitis y Jaime Fernández (10).
Árbitros: Fernando Calatrava, Jorge Martínez Fernández y Fabio Fernández Esteban. Sin eliminados.
Incidencias: Partido correspondiente a la vigesimotercera jornada de la Liga Endesa disputado en el Multiusos Fontes do Sar ante unos 5.000
espectadores.
El Obradoiro tuvo un amago de reacción (8-12), pero su rival, explotando la conexión Huertas-Guerra, no tardó en despegarse de nuevo (11-22). La entrada del argentino Fer Zurbriggen dio otro aire a la defensa gallega, mucho más agresiva. Y apoyándose en esa mayor intensidad empezó a crecer el bloque de Moncho Fernández, que llegó a recortar su desventaja hasta los cinco puntos (20-25) pese a sus numerosos errores infantiles, como el de Zurbriggen en un contraataque que erró por sus dudas; o los tiros fallados por Thomas Scrubb bajo aro, impropios en él.
Perdonó el Obradoiro, excesivamente fallón, y el Tenerife, pese a su desacierto desde la línea de tres puntos, lo castigó (21-35, descanso). El dolor gallego continuó en el tercer cuarto. Desdibujado, acelerado por su inusual porcentaje de tiro, el conjunto santiagués fue un juguete en las manos de un Tenerife que no bajó su ritmo y en el inicio del último cuarto ganaba por 24 puntos (38-62).