¿Quiénes van con Estados Unidos en baloncesto a los Juegos Olímpicos de París 2024? Así es el nuevo Dream Team

Estados Unidos tiene cuentas pendientes en los Juegos Olímpicos de París 2024, para los que ya está clasificada. No tendrá que pasar por el peaje que es jugar el torneo previo, como sí le pasará a España, gracias a que consiguió uno de los dos billetes americanos que se pusieron en venta en el pasado Mundial. Pero fue aquella actuación en el campeonato intercontinental, en el que cayó con Canadá mientras luchaba con el bronce, la que ha avivado las ganas de crear un nuevo superequipo con el que ir a por el oro. Con reminiscencias de aquellos equipos de Barcelona 1992 o Londres 2012 se plantarán en la capital francesa doce de los mejores jugadores del mundo, con Kawhi Leonard como última confirmación. Y será momento de cerrar etapas intentando otra victoria para la historia.

RELACIONADO | Humillación en su propia casa

RELACIONADO | The Redeem Team: cuando Kobe Bryant puso firme a EE.UU.

RELACIONADO | Un equipo olvidado por todos

Steve Kerr, el seleccionador, presumiblemente dejará el equipo al terminar el torneo olímpico de París. Tomó el relevo de Gregg Popovich, del que era asistente, y sólo ha estado en el pasado Mundial y los próximos Juegos. Será uno de los que tenga esta participación como un punto y aparte en su carrera.

Por edad hay jugadores como Stephen Curry (36), Kevin Durant (35) o LeBron James (39) para los que será su último baile a nivel de FIBA. De ahí a que hayan querido juntarse en el Team USA, confeccionado por el ex-jugador Grant Hill, para dar un hermoso espectáculo. Y para, no hay que olvidarlo, recuperar el prestigio de una selección que salió mal parada del último Mundial. El propio Durant ha dejado claro que quieren ganar y bien: “Será interesante ver cómo trabajamos porque ahí van a estar los mejores. Eso me motiva, también ganar una cuarta medalla de oro. Creo que sería el primero: pues a por ella. Pero también quiero que mandemos un mensaje, que dejemos claro hasta qué punto podemos ser el equipo dominante. Hablo de ganar los partidos por 40 ó 50 puntos. Eso es lo que quiero hacer”.

Repasamos a continuación los nombres que se han sumado a este desafío: ser uno de los mejores conjuntos de baloncesto que jamás se haya juntado. La ficción pasará a ser realidad en los Juegos Olímpicos de París con la alineación del Dream Team, que espera ser un grupo irrepetible en cualquier historia.

Estados Unidos en los Juegos Olímpicos: jugadores confirmados

· LeBron James. El legendario jugador de Akron, ahora miembro de los Lakers, ha vivido lo peor y lo mejor de Estados Unidos en competiciones internacionales. Empezó en los Juegos de Atenas, en los que su país hizo poco menos que el ridículo (España no pudo con ella pese a ser un equipo flojo; el torneo se lo llevó Argentina) y fue convocado también para el Mundial de Japón, en el que la Selección Española de Pepu Hernández sí acabó por encima de ellos. Después tuvo dos experiencias mucho más positivas, en las que él fue punta de lanza de las dos Estados Unidos a las que España llevó al límite en los Juegos pero con las que no pudo en sendas finales de Pekín y Londres. Su insuperable carrera en la NBA le lleva a ser atracción allá donde pise y ésta no será una excepción. Su llamada de rabia después de la decepción en la última Copa del Mundo fue determinante.

· Kevin Durant. El heterodoxo jugador de Maryland, que juega para los Suns, ha sido uno de los fijos en las citas de la última década. Con él nunca se puede decir, visto lo visto, que será su última inclusión, y más siendo los siguientes juegos en suelo estadounidense (Los Ángeles). Su aparición en el Mundial de Turquía, con apenas experiencia en la NBA, fue premonitoria: el dominio fue absoluto ante jugadores de experiencia contrastada. Después de semejante irrupción en el panorama de las selecciones se centró en estar preparado para los retos de los Juegos Olímpicos, el gran reclamo para los chicos del baloncesto en Estados Unidos. En su casa tiene tres oros consecutivos y la idea con la que se ha apuntado a esta aventura es obtener el cuarto: superaría lo logrado por los soviéticos Belov y Volnov y su compañero Carmelo Anthony en el cuadro masculino.

· Stephen Curry. Para el base de los Warriors ésta es su vuelta al equipo nacional para, por fin, atacar el oro olímpico. Estuvo en los Mundiales de Turquía y España, y los ganó, pero en pleno cénit de su carrera se bajó de los Juegos de Río, hace ocho años, aduciendo dos lesiones en su cuerpo. Las ganas de ir han ido en ascenso, aliándose con LeBron para ir de la mano -como tantas veces han hecho en la Liga- en este espectacular reto.

· Joel Embiid. Su caso ha sido el que más quebraderos de cabeza ha traído y no sólo en Estados Unidos. Este pívot camerunés, con familia asentada en Filadelfia, se dejó querer por Francia, donde también tiene parientes, de cara a una posible participación con los galos -naturalización mediante- en los Juegos que se celebrarán en su país. Después de ver las ofertas sobre la mesa se decidió por la propuesta de USA Basketball. Peleará contra los franceses, donde estará el mediático Victor Wembanyama luchando con él en la pintura. Será la primera experiencia en este nivel de FIBA para Embiid, formado en la Universidad de Kansas y con una evolución sostenida dentro de su grandeza hasta llegar a ser MVP de la NBA en 2023.

· Jrue Holiday. El jugador de los Celtics es considerado uno de los elementos de unión necesarios para que este combinado funcione. Como, por otra parte, le ocurre en los equipos en los que ha estado en la Liga. Le pasó en los Bucks, a los que hizo campeones junto a Antetokounmpo, Middleton y demás, y ahora Boston lidera la clasificación de la fase regular gracias a su corajudo papel.

· Jayson Tatum. El alero de los Celtics está en los planes desde que Kerr está en la selección estadounidense. Se llevó el chasco del Mundial de China y pudo desquitarse en los Juegos de la pandemia, en Tokio, un año después del momento en el que estaban agendados. Su papel de líder en la franquicia de Boston no será el mismo que en el conjunto nacional visto quiénes serán sus compañeros.

· Devin Booker. Su trayectoria se puede extender, ya que sólo tiene 27 años. Tiene un oro olímpico, ganado en Japón hace tres años, y va a por otro. En los Suns de Phoenix promedia esta temporada 27′1 puntos, 4′5 rebotes y 6′9 asistencias.

· Anthony Davis. Con él hablamos de un regreso esperado. Las lesiones, parte intrínseca de su carrera, lo deben permitir. El caso de Davis, interior de los Lakers junto a LeBron, es especial en cuanto a Estados Unidos se refiere: su inclusión en los Juegos de 2012, hasta donde se remonta la memoria, fue excepcional ya que disputó aquella cita sin siquiera haber saltado al profesionalismo. Por dentro domina. Por fuera no desentona. Es adaptable a lo que se requiera en cada situación y su calidad está fuera de toda duda.

· Tyrese Haliburton. Los Pacers han sido una de las noticias positivas por su vertiginoso juego en la NBA y uno de los instigadores es su base. Haliburton ha explotado y ya es considerado uno de los principales reclamos de la Liga. Volverá a estar a disposición de Steve Kerr.

· Derrick White. Entró en los doce después de dar de baja a Kawhi Leonard, seleccionado en la convocatoria original y aquejado de una lesión de rodilla de la que no se recuperó. El combo de los Celtics, campeón ante los Mavericks, ha encontrado su sino a los 30 años de edad: inteligencia para jugar en ataque y posicionamientos geniales para defender.

· Anthony Edwards. Una de las razones por las que los Timberwolves pelearon el liderato en la fase regular está aquí. Y es de los que viene rebotado del Mundial, que fue un fiasco para los americanos. Este año ha elevado su media de puntos hasta los 25,9 y, para decidir contar con él cierto es que se adapta bien al estilo de la FIBA.

· Edrice ‘Bam’ Adebayo. De ascendencia nigeriana, eligió a Estados Unidos para participar internacionalmente y volverá a estar en la lista. Este año ha mejorado su volumen de rebotes hasta los 10,4. Su crecimiento en los Heat le llevó al equipo nacional, en el que puede desarrollarse como pívot en el complejo estilo de FIBA.