Pedro Robles Jr., de tal palo tal astilla
El hijo del exjugador del Estudiantes debutó con los ‘mayores’ este domingo en la victoria contra el Ourense. Hizo dos triples en 30 segundos.
El Movistar Estudiantes se encuentra líder en solitario de la LEB Oro cuando hace 20 días todo pintaba negro. Derrota en el Movistar Academy Magariños ante el Leyma Coruña el 20 de diciembre que dejaba al San Pablo Burgos la opción de dispararse en la clasificación con dos triunfos de diferencia y duelo directo en la siguiente jornada en el Coliseum. El jaque mate se divisaba… pero se dio la vuelta al calcetín: los castellanos perdieron, de manera seguida, frente al Gipuzkoa, los ramireños y en el derbi de la ciudad frente al Tizona. Los colegiales sumaron dos de dos (Burgos y Ourense) para alzarse a la primera posición de manera insospechada con un balance de 13-3.
Y todo eso, con bajas. La sanción de siete partidos (luego reducida a cinco) a Michael Carrera, la lesión en la rodilla de Francis Alonso, que le deja fuera de las canchas hasta abril, y la de Carlos Suárez. El gemelo del madrileño le impidió disputar el último duelo, este pasado domingo, en el triunfo contra el Ourense. Su ausencia se puede prolongar una o dos semanas más. Una caída de activos que Pedro Rivero, entrenador estudiantil, ha solucionado con la llegada de Guillem Ferrando, cedido por el Valencia Basket, y el ascenso de canteranos como Pedro Robles Llanos.
A los aficionados estudiantiles, el nombre les sonará: es el hijo del mítico Pedro Robles Rey. Escolta y canterano, el actual comentarista de Movistar+ debutó con el primer equipo azul en la temporada 1997-98. Excelso tirador, estuvo en la disciplina colegial durante cuatro temporadas, siendo parte del equipo que alzó la Copa del Rey del 2000 en Vitoria tras derrotar en la final al Pamesa Valencia. Fue el último título para las vitrinas del club hasta la Copa Princesa de 2022. Un trofeo que este año, salvo sorpresa mayúscula, el Estudiantes volverá a disputar.
Pedro Robles Jr. se estrenó a lo grande en el WiZink Center bajo la atenta mirada de su padre. Su debut fue sin previo aviso, a 22 segundos para cerrarse el primer cuarto. Salió activo, aunque poco pudo hacer en el escaso tiempo que estuvo en pista. No sería la única vez que se le vería en cancha. En el último periodo, y ya con el duelo resuelto, el jugador de 17 años tendría una nueva oportunidad… y no defraudó para algarabía de la afición: en apenas 30 segundos (del 05:01 al 04:24), descerrajó dos triples. Cada uno mejor que el anterior. Con el segundo, los gallegos pidieron tiempo muerto y Robles fue aclamado por sus compañeros, que sonreían por su desparpajo.
“Debut y, encima, con canastones”, dijo Pedro Rivero en la rueda de prensa posterior al duelo contra el COB. “Lo que tienen que hacer (los canteranos) es verse reflejados en el trabajo del equipo. Y cuando vengan con nosotros tener el nivel para estar. No simplemente hacer debutar gente, sino que puedan aportar al equipos”.
Robles es el segundo canterano que hace debutar el segoviano. El primero fue Lucas Giovanetti, exterior argentino de 18 años y de una calidad envidiable, y en el que hay puestas muchas esperanzas en el futuro. Pero mientras llega ese día de mañana, los estudiantiles disfrutan con los primeros pasos de sus pequeños, que deberán dar un paso al frente en este momento de la temporada, con tantas bajas e inconvenientes, y el coco a la vuelta de la esquina: el Gipuzkoa, cuarto clasificado con un triunfo menos, espera este viernes en San Sebastián (21:00 horas, LaLiga+). Un duelo de altura.
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