Movistar Estudiantes: el factor cancha y una Copa perdida
El equipo colegial cierra la fase regular de la LEB Oro este viernes (21:00 horas) ante el Juaristi en Guipúzcoa, donde ganó su primer torneo del K.O. hace 60 años.
El Movistar Estudiantes pone fin este viernes a una fase regular de la LEB Oro que comenzó dulce y terminó siendo demasiado pesada para estómagos delicados. Los colegiales han tenido dos caras, la que mostraron de octubre a febrero y otra, más triste, desde ese mes hasta este mayo que abre la siguiente fase de la temporada: el playoff.
En los primeros cinco meses, el Estu cabalgó con buen brío, 15 victorias en 19 jornadas que le permitían vivir cómodamente en la tercera posición sin perder de vista al MoraBanc Andorra y al Zunder Palencia, los dos gigantes esta temporada que devoraron en el Palacio a los madrileños. El juego era rápido, vistoso. Con lagunas, pero incontestable para la mayoría de los rivales… Sin embargo, llegó febrero, los parones por la Copa Princesa y de selecciones, y el armazón se resquebrajó.
Fue una caída a plomo sin explicación. El estilo se esfumó. La defensa se hizo de papel. El juego se hizo predecible: los rivales encontraban una y mil respuestas para meter mano en ataque y maniatar en defensa. El resultado, la salida de Javi Rodríguez del banquillo y de Pancho Jasen de la dirección deportiva, y solo 5 triunfos en 13 jornadas antes de sacar una victoria de mucha casta, y tras dos prórrogas, frente al Hereda San Pablo Burgos, que pinta a ser el rival en el playoff de cuartos.
Que sea con factor cancha a favor o en contra depende de esta última jornada de la LEB con horario unificado: los nueve partidos se disputan a las 21:00 horas. El Estudiantes viaja a Azpeitia para enfrentarse al Juaristi, ya descendido y el primer rival que batió a los madrileños en su caminar por Segunda la pasada temporada. Las cuentas son claras: si gana, tendrá ventaja de campo. Si pierde, solo la mantendría si pierden Lleida, Valladolid y Burgos o solamente gana el Valladolid de esos tres.
“Cuando un equipo no se juega nada es más peligroso. Además sabemos lo difícil que es jugar allí, el año pasado perdimos de 20 o así. Vamos preparados para para un partido complicado”, explica Adams Sola. El escolta ha ganado más peso con la llegada de Alberto Lorenzo a un banquillo que contará con una cara nueva, la del recién fichado Iván Aurrecoechea. El pívot (27 años y 2,03 m) llegó esta semana desde el Albacete, donde cuajó un buen curso, para reforzar al equipo en la fase eliminatoria.
El duelo coincide con una de las grandes efemérides de los estudiantiles: hace 60 años, en Guipúzcoa, la provincia donde se asienta el Juaristi, ganaron la primera de sus tres Copas del Rey. En esa época la del Generalísimo tras vencer por 94-90 al Real Madrid con una magistral actuación de Martínez Arroyo, Ramos, Mimou y Codina, tal y como relataba el Diario Vasco aquel 19 de mayo de 1963.
Un trofeo que tiene su intrahistoria dentro de los muros del Ramiro ya que el club no la tiene físicamente. Nadie sabe exactamente dónde puede estar una Copa que comenzó a cimentar la historia de un conjunto que este mismo año cumple su 75 aniversario de existencia.