“Los jóvenes consiguen practicar baloncesto sin importar la diferencia cultural”

De San Fermín a la expansión. De un puñado barrios, a 160 participantes. Baloncesto Sin Fronteras sigue con su increíble crecimiento. Más de seis años después, el cielo es el límite para una asociación que, sin ánimo de lucro, se basó en la parte social del baloncesto para cumplir unos objetivos que entonces eran los mismos que son ahora: erradicar las bandas de los barrios del sur de Madrid, acabar con la estigmatización del inmigrante. Crear un entorno seguro y familiar en el que los jóvenes estén unidos por la canasta, alejados de los problemas y luchar por un objetivo común: ser felices. “La idea nació en 2018 cuando observamos una crecida de jóvenes, en los barrios, que querían practicar el baloncesto. Queríamos reducir los conflictos en esos barrios de manera que el baloncesto fuera la manera y que se pudiera hacer en la calle”, aseguran Martín Aponte y Yodalis Reyes, dos dos vocales de la directiva que han acudido al Congreso Deporte en Positivo organizado por As en el Hotel Ritz de Madrid.

Baloncesto Sin Fronteras finalizó hace unas semanas su competición veraniega, una que se extiende cada año desde las últimas semanas de mayo hasta las primeras de octubre. Y ya piensan en el verano que viene cuando celebrarán un torneo femenino en formato copa, una especia de All Star que también tendrá Concurso de Mates y Concurso de Triples. Uno de los eventos de la temporada y una de las últimas apuestas de la asociación. Ahora, todo se hace en verano. Pero se empezó con temperaturas mucho más bajas: “Empezamos en invierno. Tuvimos cinco equipos en zonas donde había conflictos: Vallecas, Aluche, Ciudad de los Ángeles, Villaverde y Usera. Como nos gustaba el baloncesto y las zonas estaban abandonadas en términos de actividades deportivas, tiramos para adelante y nos está saliendo bien”.

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La evolución ha sido brutal. “Tenemos de todo. 15-16 nacionalidades diferentes. La integración con cada comunidad, cada cultura, ha sido excelente, el apoyo también. Le ponemos ganas y hacemos hincapié en la gente que no tiene la oportunidad de practicar deporte de manera federada. Nosotros les ayudamos, les vamos guiando por el camino que creemos que es el correcto. La disciplina y el compromiso, además de la convivencia entre todos. Que muchos gallos en un corral es difícil. Eso intentamos hacer en la calle. Todos esos chavales que andan por ahí ‘perdiendo el tiempo’, nosotros los juntamos y nos están saliendo los resultados. Como la actividad nuestra es más en verano, en invierno estábamos más abandonado; ahora estamos en las ligas municipales. Y estamos esperando que más mujeres respondan, se unan y se integren en los eventos más allá del torneo que ya tenemos en verano”.

El crecimiento no cesa. Paulatino. Sin prisas, pero sin pausa. Y todo con la ayuda desinteresada de un grupo de amigos que se reúnen en asamblea cada semana y están en contacto permanente por watshapp. Sin ánimo de lucro e incluso poniendo de su propio dinero para subsistir, crecer y seguir adelante, ayudando a muchos jóvenes a continuar por el camino correcto. Y con alguna ayuda desinteresada, como la de la Asociación de Vecinos de Ciudad de los Ángeles, la Embajada Dominicana o la empresa de alimentación Kellogg’s, con la que participan en diferentes eventos. El resto viene de su bolsillo. Y no buscan dinero: quieren balones, redes y material con el que seguir creciendo. El corazón de la asociación es una asamblea de miembros que no para de trabajar por un objetivo común. Michael Carrera es el presidente, pero en la directiva cada voto vale lo mismo independientemente de los cargos. Y nadie está por encima de nadie. Así lo explican Martín y Yodalis: “Es un gasto muy grande porque es una liga de verano, no tenemos vacaciones. La embajada no nos ayuda con dinero sino con equipamiento deportivo, nos facilita los uniformes. El dinero que falta, el de pagar a los árbitros, lo tenemos yendo por los pequeños comercios del barrio; unos nos dan una cosa, otros otra”. “Yo soy camarero. Él es pintor. Los viernes aprovechamos para reunirnos. Se nos hace difícil. Por eso necesitamos más colaboradores”, cuentan en el Hotel Ritz.

Al Hotel Ritz acudieron dos de los vocales de dicha asamblea para hablar en el evento organizado por AS, Deporte en Positivo: Martín Aponte y Yodalis Reyes, ligados a la asociación desde sus inicios. Y han sido ellos los que han expuesto la realidad de Baloncesto Sin Fronteras, la meritoria evolución que han tenido partiendo desde cero y la ayuda que siguen necesitando para llegar cada vez más lejos, alcanzar más cotas y cumplir los objetivos futuros. Todo ello, sin olvidar quiénes son ni de dónde vienen. Ni los mantras que les han traído hasta aquí, la solidaridad absoluta y el intento constante ayudar a las personas que tienen al lado. Martín y Yodalis, en nombre de la asociación, hacen un llamamiento: “Nos gustaría que la gente se pase por allí. Verá que el público es muy variado, muy familiar. Lo único que sí pedimos es respeto”, asegura, ya que tienen normas muy estrictas para que los jóvenes sean ejemplo de buen comportamiento. Algo que han logrado. Igual que muchas otras cosas. Incluida la idea que han tenido desde el principio. “Nuestro objetivo principal es crear un espacio donde los jóvenes puedan practicar baloncesto sin importar la diferencia cultural”, sentencian. El bien social del deporte.

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