El reto de Estados Unidos para reconquistar el mundo
Steve Kerr echará a rodar como seleccionador de Estados Unidos en el próximo Mundial. Para esa cita en la federación preparan cambios importantes.
Estados Unidos volvió a renovar el ciclo de campeón olímpico el año pasado en Tokio. Dentro de uno tiene la oportunidad de reconquistar el trono mundial, el que le fue arrebatado en 2019. Los americanos cayeron en cuartos de final del torneo disputado en China del que España salió, posteriormente, como ganador. Fue un fracaso sonado de una nueva generación apoyada en los Celtics, con Tatum, Brown, Smart o Kemba Walker (aún allí) entrando al equipo para liderarlo junto a Khris Middleton o Donovan Mitchell. Las ausencias fueron sonadas en aquella ocasión y, sea como fuere, a los máximos favoritos se les clavó una espina que se tienen que sacar. En 2023 tienen la próxima oportunidad. La próxima Copa del Mundo se celebra también en Asia, en tres países (Filipinas, Japón e Indonesia), y en ella USA Basketball quiere recuperar parte del crédito perdido.
Steve Kerr es el nuevo seleccionador y debutará en el torneo mundialista. En las anteriores citas fue asistente de su mentor, Gregg Popovich, que ha dado un paso al lado para dejarle a él la responsabilidad. Conoce de primera mano los errores que se cometieron en aquel 2019. Llega al momento de gestionar la selección nacional de su país como campeón de la NBA y siendo increíblemente exitoso en la tarea de gestión de egos de un vestuario como el de Golden State Warriors. En el Mundial le toca ser la cabeza de una revolución generacional que en realidad se pondrá a prueba en los Juegos de 2024 (el verdadero objetivo), un ciclo dividido en dos en el que el final no puede ser otro que colgarse los dos oros que más persiguen (no el de la AmeriCup). Momento para sacar artillería pesada al campo de batalla.
Los grandes veteranos son los que menos posibilidades tienen de ir salvo que quieran una última ronda. LeBron James, Kevin Durant o Stephen Curry, además de otros jugadores importantes como James Harden o Kawhi Leonard quedan casi descartados para el Mundial. ¿Por qué? En caso de querer ese cierre de oro con la selección estadounidense siempre se decantarían por los Juegos antes que por la cita del próximo año. Un peldaño por debajo de ellos están otros actores como Booker, Adebayo, LaVine y los mencionados Middleton y Tatum, y para estos dos últimos serían tres viajes por Asia en los últimos cinco veranos si contamos 2019 y 2021. Difícil será rascar entre ellos el compromiso para la cita de 2023.
La armadura fuerte se centra en la posición de bases y sobre dos nombres: Bradley Beal y Trae Young. En el caso de Beal apuntamos a un hombre veterano en la liga estadounidense y que roza ya la treintena de edad, un anotador en parada y tras bote que puede encajar perfectamente en lo que se pide para el baloncesto internacional a nivel de selecciones. Beal se quedó fuera de los Juegos de Tokio por culpa del coronavirus. El otro, Young, tiene directamente el sí en la boca después de, además, haber participado en entrenamientos cuando Popovich era el entrenador y tener que abandonar la anterior llamada a la mitad por una infección en el ojo. Young se apoyará en el nuevo director Grant Hill para hacer valer sus opciones. Hill es, además del nuevo hombre fuerte en la federación junto a Sean Ford, accionista minoritario de los Hawks, el equipo en el que juega Trae todo el año, de lo que nace esa conexión que ahora se puede trasladar al equipo nacional.
Los jugadores a los que se observará este curso para ir en la lista son de diferente pelaje, pero con la apuesta en común por un perfil joven y a moldear. Darius Garland, Jarrett Allen, Evan Mobley y su ahora compañero Mitchell, de los Cavaliers de Cleveland, entrarían ahí. También pueden hacer piña los jugadores de los Grizzlies, entre los que se menciona a Desmond Bane, Jaren Jackson o el fenómeno Morant. Otros nombres son Scottie Barnes (Raptors), LaMelo Ball (Hornets), Anthony Edwards (Timberwolves) o la guinda del pastel en caso de querer intervenir: Zion Williamson, el afamado jugador de los Pelicans. En caso de que el vestuario de los Warriors acote sus conflictos, la apuesta de Kerr sería por el recién renovado Jordan Poole.
La principal arma con la que se quiere debilitar a los rivales tiene un nombre: Joel Embiid. La propuesta es clara para él: unirse a Estados Unidos ahora que ha obtenido la nacionalidad. Francia es la otra selección que le quiere y en FIBA la respuesta se debe dar un tiempo antes. El pívot de los 76ers es el deseado. Los galos quieren hacer un equipo potentísimo para los Juegos y Victor Wembanyama mantiene atónitos a los americanos en base a unas pocas pruebas, pero la opción de Embiid es prioritaria para provocar el efecto doble de coger y quitar. Para Joel la parada será, salvo sorpresa, en el Mundial. Tyrese Maxey, otro de los que aparecen en las quinielas para probar en el Team USA, asegura a Vardon que vacila a Embiid con este tema: “Me meto con él diciéndole si ahora es francés. Le digo si ahora Rudy [Gobert] y él van a ser compañeros”. En tono sarcástico, como herramienta para descentrar. “Veremos, a veces tenemos que adivinar lo que pasa por la cabeza de Joel”, remata.