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HALL OF FAME

El pívot que revolucionó el baloncesto en España

La leyenda del Madrid llegó de los Knicks con 21 años gracias a Ferrándiz para hacer historia: 16 años y 33 títulos de blanco.

Actualizado a
Clifford Luyk durante su discurso de agradecimiento.
MIGUEL ANGEL MORENATTIDIARIO AS

Clifford Luyk son palabras mayores en el baloncesto español, puede que de las más grandes que se puedan decir. El pívot llegó a España gracias a la visión de Pedro Ferrándiz, que le reclutó con 21 años y justo después de ser elegido por los New York Knicks en el draft de 1962. “Bajé del avión en Barajas y había una persona allí esperando. Era Emiliano. Pedro me dijo: ‘Best player in Europe’ (mejor jugador en Europa)”, recordaba el propio Luyk. Cuando empezó a jugar en el Real Madrid los pívots estaban poco más que para coger rebotes en el baloncesto patrio. Él lo cambió todo. Con él llegó la revolución de los hombres altos a España y también a Europa. Con su forma de subir el balón botando, algo impensable hasta la fecha, su forma de adaptarse a las posiciones de cuatro o de cinco indistintamente y, claro, con sus inolvidables ganchos, su mayor seña de identidad. “Mi mejor gancho ha sido con mi mujer”, bromeaba.

El Real Madrid logró con él su primera Copa de Europa en 1964. Sería la primera de seis en diez finales jugadas por esta leyenda nacida en Syracusa, en 1941. De padre holandés y madre suiza, su traslado a España fue volver un poco al continente de sus orígenes y nunca se sintió fuera de lugar. Todo lo contrario, en cuanto le dieron la opción renunció a su nacionalidad estadounidense en favor de la española: “Me encuentro totalmente españolizado desde hace años”.

Con la Selección jugó 150 partidos y se colgó la entonces histórica medalla de plata en el Europeo de 1973. Con el Madrid, además de las 6 Copas de Europa, 14 Ligas, 10 Copas... Así hasta 33 títulos. El Hall of Fame del baloncesto español le recibe con todos los honores.