El Movistar Estudiantes, contra las cuerdas

Todo o nada para el Movistar Estudiantes a falta de 12 jornadas para cerrar la temporada regular de la LEB Oro. Los colegiales visitan este viernes (20:30 horas, LaLiga+) un Palacio de los Deportes de Riazor a reventar para medirse con el líder Leyma, que enlaza 11 victorias seguidas: no pierde desde el pasado 12 de diciembre ante el Baloncesto Fuenlabrada.

Una derrota dejaría, virtualmente, a los colegiales sin opciones de subir de manera directa a la Liga Endesa por tercera año seguido: los gallegos tendrían dos victorias de ventaja más el average a su favor (ganaron el 20 de diciembre por dos puntos, 76-78, en el Movistar Academy Magariños). El Estudiantes se tomó la revancha con el triunfo en la Copa Princesa a finales de enero (80-72).

El tropiezo condenaría, con total seguridad, a los estudiantiles a un playoff por el ascenso, que da la segunda y última plaza para la ACB… y en la que hay muchas trampas. Sobre todo, el remozado y en crecida San Pablo Burgos, que pasó por encima del Estu el pasado fin de semana (57-77). Fue, con muchísima diferencia, el peor partido de los de Pedro Rivero de la temporada. Sin opciones, con un colapso en ataque enorme, sin circulación, sin acierto desde el perímetro (la baja de Dee es un losa enorme) y con una defensa que se movía desorientada a la caza de sombras castellanas.

“No fue un buen partido de principio a fin. Muchas cosas no salieron a nuestro favor, tanto en ataque como en defensa. Estamos un poco faltos de energía y entusiasmo. Es un partido difícil fuera de casa. Son un equipo muy bueno, bien entrenado y con muchos jugadores de calidad, pero es la oportunidad para recuperarnos”, analiza Alex Murphy, alero de un Estudiantes que no ha ganado en sus dos visitas en LEB a O Forno de Riazor. La primera derrota allí se llevó por delante a Jota Cuspinera del banquillo.

“A ilusión no nos puede ganar ni Estudiantes ni San Pablo”, asegura Diego Epifanio, el sensacional entrenador de un Coruña al que ha elevado en las dos temporadas que lleva tras salir del Estu. Epi, que ya ascendió al Burgos, ha continuado un plan de crecimiento que se dio un revolcón la pasada temporada tras caer en cuartos del playoff contra el Gipuzkoa. Pero el camino ya estaba tomado y pude concluir con un ascenso que parecía imposible a principios de curso.

Y que se ha cimentado en una plantilla muy sólida en todas sus posiciones, con recambios de garantías en cada puesto, pero en el que destacan el sublime pívot Goran Huskic, el alero Barrueta y los bases Petersen y Jakovics. Los coruñeses tienen un potencial de fuego exterior superlativo y una disciplina defensiva soberbia. Mucha dinamita que el Movistar deberá contrarrestar subiendo su nivel atrás y con la aparición de Michael Carrera, el acierto de Toms Leimanis y un paso delante de Alec Wintering. Y, sobre todo, la fineza desde el triple y la personal: contra el Burgos, 4 de 25 y 15 de 27, respectivamente. Coruña, zona cero para el ascenso.