El milagro bosnio se abre paso a lomos de Dzanan Musa

Cuando se conocieron los grupos del Eurobasket uno llamaba la atención por encima del resto. Se trataba del B, al que se le puso ese sobrenombre tantas veces usado de grupo de la muerte que, en este caso, está más que justificado. En el lote, entre favoritísimos como Eslovenia o Francia y aspirantes como Lituania y Alemania, se encuentra un equipo con el que muy pocos contaban y que ya se ha convertido en la sorpresa del torneo: la selección de Bosnia.

La victoria del domingo ante Eslovenia, actual campeona europea, les ha puesto definitivamente en el radar de todos. Un triunfo histórico para el baloncesto bosnio, que disputó su primer encuentro bajo su propia bandera en 1993, año en el que lograron su mejor posición en un Eurobasket (8º). De hecho nunca se han clasificado para un Mundial ni unos Juegos Olímpicos. Se puede decir que el 93-97 ante Eslovenia, que venía además de ganar sus once últimos encuentros de forma consecutiva en el torneo continental, es la victoria más importante para los bosnios. Y más cuando se tiene en cuenta cómo han llegado a Colonia.

Su participación estuvo en duda hasta el último momento por los problemas económicos de la federación, que se veía incapaz de afrontar los costes de los viajes y la estancia en las sedes. En los únicos partidos de preparación para el Eurobasket, en Estonia, los jugadores tuvieron que compartir habitación de cuatro en cuatro para reducir costes. Pero esa convivencia tan estrecha puede ser una de las claves del excelente rendimiento del equipo, como confirma el capitán Miralem Halilovic: “En otras concentraciones siempre íbamos por grupos, pero esta vez hemos estado todos juntos todo el rato. Creo que estas cosas son importantes cuando llegan los momentos difíciles”.

Halilovic también destaca el espíritu con el que han llegado las estrellas del equipo Jusuf Nurkic, Dzanan Musa y John Roberson. “Vienen aquí a entrenar con gente que juega en la liga local y ponen su personalidad y su ego a un lado para construir un equipo. Si nos ves entrenar y no nos conoces no sabrías decir quién juega en el Real Madrid, quién en la NBA y quién en la liga bosnia”, asegura. Ese compañerismo no está reñido con el rendimiento dentro de la pista y los tres están haciendo su trabajo y siendo claves en el buen momento de su selección.

Pero si alguien está acaparando los focos es Dzanan Musa, el flamante fichaje del Madrid, MVP de la Liga Endesa y una de las estrellas indiscutibles de lo que va de Eurobasket. “Muchos dudaban que pudiera rendir al más alto nivel en un campeonato tan importante como éste, está bien verles callados ahora”, decía con una media sonrisa tras meter 22 puntos con un 7/13 en tiros, coger 5 rebotes y repartir 5 asistencias en la victoria ante Eslovenia. Y robarle el show al mayor talento de su generación, Luka Doncic. Musa promedia hasta ahora en el Eurobasket 23,7 tantos (5º), 5 pases de canasta (14º) y un espectacular 61,9% en lanzamientos de campo (6º).

Por delante les queda jugar hoy ante Francia (14:30, MiTele.es), a la que ya ganaron un partido de las Ventanas para el Mundial hace 10 días, y mañana con Lituania en un partido que puede ser a vida o muerte. Dos huesos muy duros de roer para un equipo que ahora mismo está entre las cuatro primeras posiciones del grupo de la muerte, las que dan acceso a octavos de final. Pero ya no le temen a nada. “Espero que juguemos aún mejor los siguientes partidos”, aseguraba su técnico Aziz Bekik. El milagro bosnio está cada vez más cerca de hacerse realidad.