El legado de los Gasol
Los dos hermanos, los mejores jugadores de la historia del baloncesto español, se centran en su fundación para luchar contra la obesidad infantil.
En 50 años, Pau y Marc Gasol seguirán siendo recordados como dos de los mejores deportistas de la historia de España. Es poco probable que ningún otro jugador de baloncesto los supere, pero sus méritos deportivos y sus inmaculadas carreras no solo aparecerán en los libros de historia, sino que también seguirán en la memoria colectiva de todos los que les vieron jugar. Muchos se han aficionado al baloncesto por ellos. Ese será su legado deportivo. Pero hay otro, el personal, que esperan que sea todavía más importante. Es su deseo. También su objetivo: quieren que dentro de 50 años la Gasol Foundation haya tenido un impacto más grande en la sociedad que ellos en el deporte.
La Gasol Foundation nace en 2013, en Los Ángeles y cuando Pau jugaba en los Lakers, con la misión de luchar contra la obesidad infantil. Un problema evidente en Estados Unidos, pero que también azota a nuestro país: España está a la cabeza en Europa. Una realidad que constataron rápido, al afincar la fundación también en nuestro país: “La obesidad infantil es una pandemia. Queremos recuperar esa palabra”, asegura Cristina Ribes, directora ejecutiva de la Gasol Foundation. Con el problema detectado, hacía falta poner los instrumentos. Y tanto Pau como Marc apostaron por un modelo de fundación alejado de lo que acostumbra a ser la filantropía entre famosos. Ellos no querían poner su apellido y donar dinero. Ellos querían ver un cambio real en la sociedad. “Valentí Fuster (cardiólogo y patrono de la fundación) les explicó la importancia de la investigación, de la metodología científica. Que su fundación no fuera solo comunicación y visibilidad. Que su proyecto tuviera la investigación en su ADN”. Y así lo hicieron. Es por eso que la Gasol Foundation trabaja en proyectos a largo plazo, con colegios y familias, con un impacto directo en más de 67.000 personas.
El apellido Gasol fue fundamental para llegar a estas cifras, pero ya no lo es para continuar con su misión. “El apellido abre todas las puertas, pero si no haces un buen trabajo esa puerta se cierra”, explica Ribes, que también apunta que “al principio había reticencias” a financiarles porque les veían como otra fundación más de un famoso. Pero con su trayectoria a lo largo de estos años han cambiado completamente su percepción. Ahora es el mundo corporativo el que se acerca a ellos, que son “sostenibles a largo plazo”.
Pau y Marc donan la dotación económica de algún premio que ganan, pero no necesitan de sus aportaciones para “el funcionamiento diario”. Cuando en 2013 Pau arrancó la Gasol Foundation, Marc empezó el proyecto del Bàsquet Girona. Pau es presidente de la fundación y vicepresidente del club y su hermano al revés. “Están los dos muy comprometidos. Estamos entre sus prioridades. Son un altavoz excepcional, pero su compromiso ya era muy elevado cuando jugaban”. Ahora, con ambos retirados, todavía más. En la primera reunión tras retirarse Marc ya les envió un mensaje claro: “Contad conmigo”. Y su implicación no es baladí. Porque los valores que han definido su carrera deportiva los han trasladado a la fundación. Quieren ser exigentes, trabajar en equipo y buscar la excelencia. Exactamente lo mismo que hacían sobre las pistas.
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