El Bilbao Basket se despide de Europa con una buena imagen en Alemania

No hubo opción de soñar con el milagro. El Bilbao Basket lo tenía bien merecido tras desplomarse en la ida disputada en Miribilla. Se despidió de su primera travesía por la FIBA Europe Cup en la ida de las semifinales del torneo. Pero aún quedaba la vuelta en Alemania ante el Chemnitz para limpiar la imagen. Y lo logró, aprovechando la buena inercia que se traía de Lugo. Los germanos pelearán por el título ante el Bahçesehir, que ha tenido que sudar la gota gorda ante el Varese. El torneo es más bien insulso, pero estos cruces a ida y vuelta con el valor de los puntos son para disfrutar. La remontada histórica ante el Legia dio paso a un rodillo al que sólo le hizo falta funcionar un par de cuartos.

Ponsarnau hizo viajar a Killeya-Jones, lesionado en la ida, y finalmente fue el descarte junto con Tsalmpouris. Los hombres de negro se pusieron hasta con 12 puntos de ventaja, pero les faltaron minutos para fantasear con la gesta. Ongwae cerró el marcador final con un triple. Misión cumplida en este encuentro intrascendente. Hlinason se quedó como único cinco y dio un paso al frente ante un equipo muy inferior por dentro, que no se piensa dos veces a la hora de buscar el aro y engulle a los rivales con su ritmo alocado. Cinco jugadores alcanzaron los diez puntos o más. Pantzar, Kullamae y Hornsby secundaron al islandés. De Ridder parece que retoma una línea que estaba abandonando.

Andersson se cargó pronto de faltas y aún añadió más dificultades al choque. Rabaseda improvisó de cuatro. Un 0-4 de inicio con Pantzar hiperactivo hizo concebir esperanzas. Pero reaccionaron los locales liderados por Lansdowne, el jugador clave en la ida, y los puntos del keniano Ongwae. Ante una propuesta arrolladora y con ritmo del rival, estos Niners se sienten como pez en el agua. Los visitantes encadenaron un 0-7 que cerró sobre la bocina De Ridder para llegar por delante a la segunda parte. Es curioso: en una eliminatoria tan decantada en Bilbao a favor de los alemanes, al descanso de los dos partidos llegaron por delante los ‘hombres de negro’. Esta vez por tres puntos de ventaja (36-39), dos menos en Miribilla (46-41).

La remontada parecía prohibida, de todos modos. El tercer cuarto discurrió por los mismos parámetros de igualdad. Kajami-Keane y Van Beck tomaron protagonismo, aunque Hlinason era imparable cada vez que recibía cerca del aro. Anotaba hasta de espaldas. Y eso que el arbitraje casero desesperó a los visitantes, empezando por Ponsarnau, que perdió su calma habitual. Así se llegó al último cuarto con los Niners dos puntos arriba (59-57). El choque se calentó de cara a un último cuarto que empezó con una antideportiva de De Ridder, una técnica a Garrett, varios encontronazos y muchas protestas. De ese escenario, curiosamente ante un rival tan físico, sacó partido el Surne, que se adelantó 7 arriba a cuatro minutos del final lanzado por Hornsby, Y aún abrió más una inesperada brecha a favor, para que no peligrase un triunfo que cura la herida de la ida y salva algo el honor vizcaíno.

Ponsarnau: “Ha sido una muy buena experiencia”

Ponsarnau destacó, tras la eliminación que la participación en la FIBA Europe Cup ha sido “una muy buena experiencia” para el equipo vizcaíno. “No estamos del todo contentos porque no hemos llegado a la final, pero sí tenemos que estar satisfechos de nuestra competición”, valoró el técnico en la rueda de prensa posterior a la victoria lograda en Alemania.

“Hemos querido llegar más lejos, pero no hemos podido. Lo que tendremos que buscar ahora es qué nos ha faltado empezando por cómo ha jugado nuestro rival”, añadió el catalán, después de reconocer que les ha costado aprender a adaptarse a una competición “tan diferente” a la Liga Endesa.

“Aprendimos en Oporto, en Varsovia y en esta eliminatoria en Bilbao, pero no fue suficiente. Sobre todo aprendimos que en sus buenos momentos no te puedes hundir porque saben rentabilizarlo muy bien. Son muy competitivos”, señaló sobre el conjunto sajón. Ponsarnau añadió que en este partido de vuelta fueron “más sólidos” que la pasada semana en Miribilla en un encuentro en que “nadie ha jugado esta temporada tan bien” contra su equipo como lo hizo el Chemnitz en la segunda parte.

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