Liga U

El Barça baja de la nube al Madrid

Triunfo del Barcelona en el Palau Blaugrana contra el Real Madrid en el primer Clásico de la historia de la Liga U, torneo sub-22 de nuevo cuño en el baloncesto español.

Mohamed Dabone e Izan Almansa -
Mike Maestre
Nació en Madrid en 1992. Cursó estudios en Periodismo en la Complutense de Madrid. Entró a AS en 2017 y se zambulló en Baloncesto. Y ahí sigue, entre NBA, ACB, LEB, competiciones internacionales... Ha trabajado, además de aquí, en MARCA, NBAmaniacs, EuroSport, la revista Gigantes o las retransmisiones de Euroliga.
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La Liga U, el torneo sub-22 con el que FEB, ACB y Gobierno de España pretenden dar una cobertura mayor a las canteras para impulsar el futuro de la Selección Española desde abajo, tuvo un punto de inflexión este viernes en el Palau Blaugrana. Compartiendo el grupo A de la competición, dividida en varias fases, Barça y Madrid se enfrentaron por primera vez. El Clásico que pone en órbita esta liga no defraudó. Arrojó, además, un resultado puede que chocante: los madridistas se quedan sin invicto y se igualan con los culés en la clasificación, 3-1, que ya habían perdido unas jornadas atrás en Tenerife. Izan Almansa era el jugador más reconocible sobre el parqué, 14 puntos aportó, y quedó igualado con el otro que tiene presencia en los equipos sénior, el pívot local Sayon Keita, autor de la misma puntuación. 81-73, el resultado con el que expiró el encuentro.

Son dos conjuntos que van a ver replicados sus movimientos los unos por los otros. Ocurrió en este mismo partido: 28/66 en tiros por parte del Barcelona, 27/66 en el caso del Madrid. Los números cuentan, como casi siempre, una parte de la historia. El Barça se amoldó mejor a las exigencias del contrincante y controló más tramos de la cita de lo que hizo el Real, que aquí baja de la nube de manera forzada. Egor Amosov, que venía de encestar 42, se quedó en 13, los mismos que en el otro bando metió el también prometedor Nikola Kusturica (el más joven en debutar en competición profesional, con 16 años, con el Barça). La pequeña diferencia en rebotes, 39 a 33, y la atención al detalle puso más peso en la balanza azulgrana, donde se quedó el triunfo para sí.

El equipo que dirige Javi Juárez pudo contar, como se destaca antes, con Izan Almansa, el único jugador en dinámica de primera plantilla. Anoche estaba presente en el repaso que le dieron al Fenerbahçe, campeón de la Euroliga, y hoy viajó a Barcelona para continuar con esta alternancia de categorías. Así se va a adaptar, como pretende Scariolo, a un baloncesto al que no está hecho. Era para él un test sobre el que había que poner la lupa. Enfrente estaba esperando Mohamed Dabone, que recientemente ha cumplido catorce años, el sueño del Barça de cara a los próximos años; sólo el permiso gubernamental priva al portento de Burkina Faso de haber hecho ya su aparición con los mayores. Ninguno de los dos fue estruendosamente protagonista, aunque eran dos reclamos para tan magna cita.

Y eso que el Real Madrid se había puesto en ventaja en los primeros minutos. 14-18 merced a tres triples espaciados en el tiempo. Pero la réplica marcó un momento crucial: Poza cerró el primer cuarto con empate a 18 con un tiro al filo de la bocina, desde cerca de la línea separadora, que por belleza e importancia levantó al Palau de los asientos. 1.823 espectadores en el pabellón, buena entrada en Halloween. A partir de ahí la batalla en la pintura subió de intensidad y Sayon Keita, con más cuerpo y experiencia que otros, aprovechó el descanso de Izan para marcar terreno. Con él, primeras ventajas reseñables de los locales. Diarra dio fuerte con tres canastas enlazadas, pero ni así. Se había marcado un antes y un después. Amosov y Kutluay, con dos lanzamientos exteriores, ajustaron el margen antes del descanso (39-36).

En el tercero creció Nikola Kusturica hasta el punto de elevar al Barça, entrenado por Álvaro Salinas, en la horquilla entre los cinco y los diez. Apareció el otro de los Keita, Mohamed, alero en su caso, y ayudó a hacerlo posible. El Madrid no daba su brazo a torcer. Ignacio Rupérez, con los únicos siete puntos de la tarde en ocho minutos frenéticos, apretó la contienda una vez más. Quedaba el último tirón del Barcelona. Dos canastas con adicional y la segunda de las jugadas de videoteca que dejó Dabone, saltando de espaldas bajo aro en mitad de un pase para machacar, confirmó el dominio en términos de puntaje. El Madrid se dejó tiros libres, por ello no terminó de apretar del todo en el tramo definitivo, y el Clásico cayó del lado catalán. En cuatro jornadas sólo el Canarias queda sin derrotas.

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