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MUNDIAL SUB-19

El arquitecto sigue invicto

Daniel Miret es el seleccionador que ha comandado a los nuevos Júniors de Oro. El Mundial Sub-19 es su tercer título en las categorías inferiores de la Selección, con las que todavía no ha perdido ni un solo partido.

Actualizado a
Daniel Miret en la celebración en Madrid por la victoria de la selección masculina de baloncesto Sub-19 en en el Mundial.
Daniel GonzálezEFE

“La clave ha sido que todos quisieran sumar para el equipo más allá de su valor individual. Sin pensar en lo suyo y siempre ayudando al equipo y entendiendo que cuanto más grande es el equipo, más grandes son ellos también como jugadores. Así explica Daniel Miret el triunfo mundial de la Sub-19. Su equipo. Un grupo de jugadores que, con pequeñas variaciones, ha entrenado desde 2019, cuando lograron el oro europeo Sub-16 en Udine, Italia. Una historia hasta ahora perfecta para este entrenador catalán, que a pesar de su juventud (cumplió los 38 durante la primera fase del Mundial), tiene mucho baloncesto a sus espaldas.

Lleva 15 años en el Joventut de Badalona y actualmente es el ayudante principal de Carles Duran, cargo que compagina con la FEB. De momento, su currículo con España es inmejorable: tres oros en tres campeonatos (los europeos Sub-16 y Sub-18 en 2019 y 2022, respectivamente, y el Mundial Sub-19 de este año) y, para rizar el rizo, sin haber perdido ni un solo partido. “Cuando tienes a los mejores jugadores, ganas más. No hay muchos secretos”, dice quitándose mérito. Por supuesto, también ha tenido tiempo en sus 15 años de carrera para probar el sabor de la derrota. Con el Prat, filial del Joventut, descendió a la Liga Plata en 2019. Es parte del baloncesto, del deporte y de la vida y es algo que también quiere inculcar a esta generación de jugadores: “Si juegan mal un año no quiere decir que no sean buenos. Cuando estás aprendiendo a hacer cosas diferentes de las que tú ya eres sólido, tienes derecho a equivocarte y hacer una mala temporada. Ellos deben tener paciencia porque tienen tiempo de llegar y de ser muy buenos. Ahora mismo de verdad que estamos hablando de niños”.

Ilusión por el futuro, “es imposible no ilusionarse”, pero paciencia y relativizando “lo que es ganar en un campeonato de jugadores jóvenes”. Esa es la receta de Miret para que estos doce proyectos de estrellas “no vayan demasiado en una nube”. Él es el primero que recuerda el ejemplo de Pau Gasol, que en aquellos Júniors de Oro de 1999 no era uno de los principales del equipo, pero que dos años después estaba jugando en la NBA y acabó convirtiéndose en el mejor jugador español de todos los tiempos. “Hay que seguir avanzando. Cada uno con su camino, que pueden ser muy diferentes”, avisa. Eso sí, lleguen donde lleguen ya no les podrán quitar este campeonato del mundo. Un éxito más bajo la batuta de Daniel Miret.