ItaliaITA
77
EsloveniaSLO
84
Finalizado
EuroBasket 2025

Doncic, hacia la ‘eternità’

Divino Luka Doncic contra Italia. 42 puntos para dejarles sin casi respuesta. A cuartos de final del EuroBasket, donde se las verá con Alemania.

Luka Doncic -
Mike Maestre
Nació en Madrid en 1992. Cursó estudios en Periodismo en la Complutense de Madrid. Entró a AS en 2017 y se zambulló en Baloncesto. Y ahí sigue, entre NBA, ACB, LEB, competiciones internacionales... Ha trabajado, además de aquí, en MARCA, NBAmaniacs, EuroSport, la revista Gigantes o las retransmisiones de Euroliga.
Actualizado a

Qué colosal error sería rebajar lo conseguido por Luka Doncic este domingo en Riga, capital de Letonia, porque el paso de los minutos fue minando su producción. Lo que parecía una tarde histórica en términos numéricos se convirtió en otro día más en la oficina de uno de los mejores jugadores de baloncesto del planeta. Italia intentó frenarle y en parte lo logró, porque la proyección que se manejaba después del primer cuarto se salía de la tabla, pero no lo suficiente como para apuntarse el triunfo. El individuo y el colectivo, una Eslovenia a la que es difícil hincar el diente aunque alarme la falta de talento que rodea al genio, están otro torneo más en cuartos de final.

Los 22 puntos del primer cuarto. Los 30 puntos de la primera parte. Todo, desembocando en 42 al final del encuentro. El ritmo decreció, sí, pero qué resultado. Simplemente cercándonos en el jugador de los Lakers, la media en la fase de grupos fue de 32,4 y aquí 42 es elevar el listón dos cuartas. Esta vez repartiendo una única asistencia. No estaba en esa guerra. Le tocó asumir él los tiros y menos mal que así fue. 42 razones para pensar que Alemania, siguiente rival, es la campeona del mundo pero no tiene al mejor del mundo.

Eslovenia ejerció control a la perfección sobre sus vecinos transalpinos. El único momento en el que se les escaparon por la gatera, en un último cuarto en el que se acercaron peligrosamente cuando las diferencias habían girado en torno a la decena toda la velada. Un pequeño traspié que no empañó al final lo trabajado que estuvo el partido por parte de los visitantes, que de un modo definitivo han adquirido el punto de forma necesario para competir contra cualquiera.

El que siguiera en directo esta hazaña pudo pensar en que teníamos algo histórico entre manos. En los primeros 8:37, magia a borbotones: 20 puntos con 3/3 en tiros de uno, 4/4 en tiros de dos, 3/6 en tiros de tres. Los rizos a los defensores, fintas mareantes, personales sacadas de la nada y puntos que no dejaban de caer. Dos más y en el primer parcial, 11-29, todos boquiabiertos. 30 en el medio tiempo. Algo habían recortado los azules. Defensa, cansancio y finalmente fueron 42. Lejos se quedó tanto el récord en un partido del EuroBasket (63, Eddy Terrace, 1957) como del de la llamada era moderna, que está bajo su posesión (47 en 2022, Francia era el rival). Y qué importa. Está más vivo que nunca, como su país. Eso es lo que cuenta.

Europa toma nota de lo que Doncic prepare cada vez que le ve en una pista de básquet. Desde que hace ocho años, imberbe y lleno de futuro, reventara a medio continente en el histórico campeonato que Eslovenia se llevó a las vitrinas. Ha crecido como pocos jugadores en la historia. En este caso, con una clase media que no le hace sombra y a veces ni compañía, se las ha apañado para colocar el nombre del país entre los ocho elegidos. Cómo no verle ir hacia la eternidad.

La salida de Eslovenia, sostenida en un primer momento, salvaje a partir del tercer minuto. Hrovat abrió fuego y no fue cruzado. Doncic apareció: tiros libres, triple, un tiempo muerto, triple, tres jugadas seguidas por dentro, otro triple. Ahí iba la veintena. Con otros dos lanzamientos en parado cerró un acto inaugural que quitó a Italia todas las dudas. El jugón iba a jugar. Curioso que tras ese 11-29, un insulto a la preparación de partido que había hecho Pozzecco, Luka se marchó a los vestuarios, quizá al baño, y regresó ya al banquillo unos pocos minutos más tarde. Prepelic, escudero con 11 puntos, había alargado la racha de buenas acciones. +19. Volvió Doncic, triple y +17. La línea a seguir era clara.

Contrarrestó Italia pagando con la misma moneda. Les empezaban a entrar los tiros exteriores: Pajola, Spissu y Fontecchio por partida doble. Diferencias que bajaban antes del descanso. También le habían metido músculo. Niang defendía fuerte a Luka. Diouf entraba como referencia interior y machacaba con fuerza. Querían partido. Al descanso, números redondos: 30 de Doncic, 40-50 en global.

Fontecchio, participante en la NBA con varias temporadas a sus espaldas, se propuso ser el antídoto de tanto Doncic. 22 para él. Hacían falta más manos.

En el tercer periodo apareció Danilo Gallinari, a sus 37 años, y lideró la remontada como lo hubiera hecho en plenitud física. La nueva y vieja guardia de Italia, mano a mano contra un titán.

Rebajando la inflamación, de a poco, a cinco minutos del final los locales se colocaron en posición de ataque. 77-78 a 1:53. Fontecchio, sin embargo, cometió un error crucial en una penetración y Doncic, por contra, contemporizó de forma brillante.

Noticias relacionadas

Nuestra Newsletter y alerta informativa en canal de WhatsApp.

¿Buscas licenciar contenido? Haz clic aquí para la información.

Etiquetado en:
Comentarios
Normas

Rellene su nombre y apellidos para comentar

Te recomendamos en Más Baloncesto

Productos recomendados