Doncic busca una nueva nacionalización para Eslovenia

Desde que ganaron el EuroBasket 2017, con Anthony Randolph (en aquel entonces, jugador del Real Madrid), en Eslovenia tiene claro cuál es la fórmula de éxito para que un país pequeño pueda pelear de tú a tú con otros monstruos del baloncesto europeo y mundial. Además el crecimiento experimentado por Luka Doncic no hace más que refrendar esa idea. Necesitan valerse de un extranjero naturalizado que se acople durante una o varias convocatorias y aporte al lado del ‘77′, la superestrella más importante si no contamos las que integran Estados Unidos. El debate se vuelve a abrir.

En el Europeo disputado el pasado verano, donde Eslovenia accedió a cuartos de final y cayó con la que sería la campeona -Alemania- unos días después, el nacionalizado con el que contaban se bajó por petición de su club. Y no fue el único. El Olimpia de Milán extendió peticiones a otros fichajes; Lorenzo Brown, pese a que se ausentó de España por un problema personal, también mantuvo ese tipo de conversaciones con los de Lombardía tras firmar su contrato. Para los eslovenos el problema era doble: no jugó Vlatko Cancar, procedente de la NBA, y el estadounidense con pasaporte al que nos referimos, Josh Nebo, sufrió el mismo veto. En la KZS, la federación eslovena, desean no pagar ese peaje nunca más, tener la certeza de que ofrecen el visado de naturaleza a alguien que les va a ayudar en el medio plazo.

Doncic se ha puesto manos a la obra, como lo hace en los Lakers en la actualización que ha tenido lugar este verano, en el perfil más directivo que tiene dentro de sí. El ejercicio de reclutamiento lo ha extendido a su selección nacional. No es la primera vez que lo hace en ese sentido. Y la mira la ha puesto en un jugador joven con el que comparte vestuario habitualmente.

Jaxson Hayes es el elegido por Doncic y Eslovenia. Se trabaja en conseguirle un pasaporte para que el verano que viene, con ventanas de clasificación para el Mundial pero sin torneo de alto nivel, esté disponible. El propio Hayes, de 25 años, lo admitió a la prensa de Los Ángeles durante la pretemporada de la NBA. Con él se pretende jugar por alto, tanto en la protección del aro defensivo como en las finalizaciones sencillas en el ofensivo, explotando la conexión que se trabaje con Luka a lo largo del año en los torneos internacionales que gestione la FIBA. El éxito no es matemático pero se consigue con mayor facilidad con estrategias como ésta.

Doncic exige el mismo perfil de jugador que el de los últimos años, donde ya tenía las llaves del juego de Eslovenia, e incluso el que pidió nada más fichar por los Lakers. Ansía tener a alguien alto que le ponga bloqueos y continúe rápido hacia la canasta, que abra esa vía para la asistencia o el espacio para que un tirador ejecute un lanzamiento sin la defensa delante.

La deriva de nacionalizaciones continúa siendo un motor del baloncesto europeo, con ligas nacionales como la española donde un pasaporte comunitario puede ser la diferencia entre una contratación u otra.

Eslovenia trabajó con Randolph en su mayor éxito hasta la fecha, el referenciado EuroBasket de hace ocho años, y con otros extranjeros posteriormente. La plaza de pívot es la que ellos consideran la que deben mejorar. Mike Tobey, ex de Tenerife y Valencia y actualmente en Dreamland Gran Canaria, es el jugador de estas características que más les ha acompañado. Tras él vino Josh Nebo, sin tiro exterior pero con más muelles. Se intentó, a través de la vía de Luka, captar a Daniel Gafford, que compartía franquicia con el joven en Dallas Mavericks, algo que nunca se concretó. Ahora sí espera hacerlo con Hayes, un pívot móvil de 2,12 metros con capacidad atlética y válido para las continuaciones tras bloqueo que Doncic anhela para optimizar la habilidad con la que cuenta.

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