Dolorosa victoria del Estudiantes: Dee, lesionado
El conjunto colegial se deshizo del colista Rioverde Clavijo en un partido que se embarró en el segundo cuarto. Lo del escolta pinta feo.
Hay victorias que saben a derrotas. Que son agridulces por las víctimas que deja por el camino. Por cómo se producen. Sobre todo, cuando en el papel es un encuentro de transición. La de este domingo del Movistar Estudiantes ante el colista Rioverde Clavijo (84-59) fue de ese tipo, dolorosa porque dejó un caído, a Johnny Dee, que se lesionó el codo en un choque con Coffi. Otro más en una lista que no para de crecer en los colegiales tras la de Francis Alonso y la de Carlos Suárez. El primero no estará hasta marzo; el segundo lleva ya más de un mes fuera. El americano es una incógnita, pero no pinta bien: el jugador gritaba que se lo había roto y sufrió un pequeño desvanecimiento por el dolor. Fue trasladado al hospital y hay preocupación en el club. Una maldición india… y ahora que habían recuperado a Carrera.
La salida de la pista de Dee se produjo en un segundo tiempo que duró toda una vida. Con los estudiantiles al mando tras un triple de Ferrando (33-21), el encuentro se embarró. Arrancaba y se paraba. Moreno impactó en una penetración con Carrera y este cayó al suelo, con sangre en la nariz. Ahí empezó todo. Los ánimos se caldearon y llegaron a 1.000 grados de presión con la lesión de Dee, que condujo a la expulsión de Alberto Antuña, ayudante de Rivero. El propio segoviano recibió una técnica por lanzar el balón, en pleno ataque de ira, contra la publicidad del pabellón. Minutos después, Wintering y Norris recibieron una técnica cada uno por enzarzarse tras una falta del primero. Carrera dejó algún recadito por el camino. Un despropósito que los árbitros no supieron atajar y que dejó frío a los madrileños y en pánico al pabellón: cada golpe estudiantil, encogía el corazón.
A esas alturas, las opciones del Clavijo de asaltar la guarida del líder ya eran escasas. En verdad, duraron los primeros 30 segundos del encuentro, cuando se pusieron 0-4 gracias a Moreno. El Estu reaccionó como un martillo: parcial de 17-0 en cinco minutos. Larsen y Wintering lideraron la cabalgada. Nzosa controlaba el aire tapón tras tapón. Los chispazos del exestudiantil Álex Urtasun, un clásico del baloncesto español con 39 años, permitan a los riojanos no caerse completamente.
El 45-32 del descanso dio paso a un 57-36 en el ecuador del tercer cuarto con un Sola hiperactivo en el rebote de ataque (3). Una diferencia definitiva que dio oportunidades a Carrera a reintegrarse en el grupo una vez cerrada su sanción de cinco partidos. El venezolano salió del banquillo, con la segunda unidad y dio lo que siempre da: una amenaza ofensiva de primer nivel para la LEB y fuerza en el rebote, tanto por los que captura como por lo que molesta. Cerró con 15 puntos y 6 capturas. Un triple suyo puso el 71-43 para cerrar el tercer periodo.