Diego Alderete: “Mi hermano Héctor es un ejemplo de superación”
El alero del Hestia Menorca se enfrenta este sábado (20:00 horas, LaLiga+ y M+) contra el Movistar Estudiantes de su hermano pequeño.
La familia Alderete es puro ADN estudiantil. Tanto Diego como Héctor se formaron en la cantera colegial desde muy pequeños, desde antes de saber cómo se botaba un balón, podríamos decir. Y, poco a poco, escalaron por las categorías inferiores hasta debutar con los mayores. Diego, el mayor (alero, 24 años y 2,02 m), lo hizo en septiembre de 2020 contra el Baskonia. Un año después, en octubre de 2021, lo hizo Héctor, el pequeño (ala-pívot, 22 años y 2.02 m), frente al ICG Força Lleida.
Diego vio el estreno de su hermano ya en Menorca, la isla donde defiende los colores del Hestia desde hace ya cuatro temporadas bajo la tutela de Javi Zamora, que ya fue su entrenador en el filial colegial, y donde es uno de los favoritos de la afición por calidad (le brota por cada poro de su piel) y por una entrega que le convierten en uno de los grandes reboteadores de la categoría.
Este sábado (20:00 horas, LaLiga+ y M+), ambos se enfrentan por primera vez en un partido oficial con la visita al Pavelló Menorca de un Movistar Estudiantes que presenta un balance de 4-1. Pedro Rivero, entrenador ramireño, contará con todos sus efectivos, incluido un Jayson Granger en un estado de forma increíble. Por su parte, los menorquines está 2-3 en la clasificación después de enlazar tres derrotas seguidas.
Entrevista a Diego Alderete
¿Cómo está en este inicio de temporada?
Empezamos bien, con dos victorias seguidas y, ahora, hemos enlazado tres derrotas. Pero competimos en dos de esos tres tropiezos y vamos a seguir haciéndolo en el resto de los encuentros que nos quedan. Esta es una liga muy dura, muy competitiva en la que cualquiera puede perder y ganar a cualquiera.
El nivel de la Primera FEB (antes LEB Oro) ha subido mucho esta temporada con respecto a la pasada, ¿no?
Sí. Ha subido el nivel en los últimos cuatro, cinco años. Cada vez hay mejores equipos. Clubes con pasado ACB y plantillas con muchos jugadores que han tenido pasado en la Liga Endesa… Cada vez hay más talento tanto veterano como joven. La liga se está desarrollando cada vez más. Hay mayores presupuestos y eso ayuda a que haya mejores plantillas. Cada vez es más dura y competitiva.
Es cada vez más dura y competitiva, pero usted es el mejor reboteador de la categoría con 9,8 capturas por partido, ¿qué define a buen reboteador? ¿Cómo se consigue ser un buen reboteador?
Son muchos factores. Obviamente, el físico acompaña en muchos casos, pero cuando no tienes tanta altura o tanto físico lo que tienes que hacer es querer más el rebote que nadie. Ir a por todos los balones. Así hay una mayor posibilidad de capturar la pelota. También, muchas veces, es suerte, estar en lugar y en el momento adecuado.
¿Qué le ha aportado Menorca tanto deportiva como personalmente?
En estos tres años y medio, ya cuatro con este, he madurado mucho como jugador. También como persona. He aprendido a vivir más de cerca lo que es ser un jugador profesional de baloncesto. Todo eso ha venido de la mano de crecer dentro de un proyecto como el del Hestia Menorca, que yo también he visto crecer de manera muy orgánica, sin mucha prisa, siguiendo los pasos que se tienen que seguir. Y eso me ha ayudado a convertirme en un mejor jugador y, seguro, que en una mejor persona.
¿Cuánta importancia tiene Javi Zamora, su entrenador, en su desarrollo como jugador?
Es una pieza clave, está claro. Aquí, en Menorca, es entrenador y director deportivo. Y, al final, es la figura que nos organiza, que nos lleva. A mí me da mucha confianza, me aprieta en todo momento para que no me relaje nunca, que siga apretando, empujando. Hace que busque mi mejor versión posible.
No sé qué tiene Javi Zamora que muchos exestudiantiles han acabado en Menorca. Incluso, Edwin Jackson bajó hasta LEB Plata…
Crea muy buenas relaciones dentro y fuera de la pista. Si estás con él, crea un vínculo que transciende el baloncesto. Y si, además, confías en su proyecto, como hizo Edwin en su momento, da resultados.
¿Fue duro salir del Estudiantes tras criarse allí?
Sí. Un poco. Al final, estás a gusto en casa, donde has hecho toda tu vida. Salir siempre es duro porque vives alejado de tu familia. Pero yo salí con la ilusión de enfrentarme a nuevos proyectos, con muchas ganas de hacer un buen año en LEB Plata con Zamora y Pablo González Longarela, también exestudiantil. De tratar de ascender con el Menorca y demostrar que podíamos jugar en esta categoría.
¿No es un poco difícil salir de un equipo como el Estudiantes, que estaba en ACB en esos momentos, para recalar en el Menorca, en Tercera? ¿No lo vio como un paso hacia atrás en tu carrera?
Es duro si lo piensas de esa manera, pero no si piensas que estás dando, simplemente, el siguiente paso. Ni hacia atrás ni hacia adelante, solamente el siguiente paso en tu proyección, en tu proyecto como jugador de baloncesto. Solo es un paso más que has decidido tú con tus entrenadores, con tu representante, con tu familia. Es el paso adecuado para seguir creciendo como jugador. Si lo ves desde ese punto de vista, no se hace duro. Lo ves como necesario para seguir jugando, para seguir creciendo. Lo ves como el mejor paso y en la mejor dirección posible.
Te enfrentas al Estudiantes este sábado (20:00 horas). Siempre es especial, ¿no?
Sí, por muchos motivos. Porque he crecido allí, porque mi hermano y muchos amigos están en el club. Y también porque sabemos que es uno de los favoritos para ascender. Es un partido que ilusiona mucho, que todo el equipo tiene muchas ganas de jugar. Seguro que lo daremos todo.
Y, si no me salen mal las cuentas, se enfrenta a su hermano por primera vez. Aún más especial.
Sí. En Liga, en partido oficial, sí. Hemos jugado algún amistoso, pero es el primero oficial. Trataré de que sea un partido cualquiera, pero siempre existen, no nervios, pero si las ganas de enfrentarte a él, de estar juntos en el campo, aunque no sea en el mismo equipo. Tengo bastantes ganas de enfrentarme a él.
¿Algún mensaje durante la semana? ¿Guerra psicológica?
Sí, sí. Todos los días. Cada día le llamo, le escribo. Estoy empezando a minar la moral del rival.
¿Y la familia cómo lo vive?
Espero que divididos. No he querido preguntar por miedo a la respuesta, pero espero que divididos (ríe). Sé que a este partido no podrán venir por el clima, pero seguro que cuando juguemos en Madrid, vendrá toda la familia al completo a apoyarnos.
¿Cómo has vivido todo el proceso de lesiones de tu hermano? ¿Habrá sido duro, imagino?
Pufff… Es jodido. Muy jodido. Porque le ves a él, que desde pequeño lo único que ha querido ser, lo único que deseaba ser era jugador de baloncesto. Ves cómo se va convirtiendo en un grandísimo jugador para su generación e, incluso, para la mía. Ves como dominaba con 13, 14, 15 años y a los 16, 17 llega la primera lesión. Es un palo porque te corta un poco la carrerilla que llevabas ya, pero él, siempre lo digo, es muy fuerte de mente, tiene las cosas muy claras, sabe lo que quiere. Va a hacer todo lo posible para llegar a su objetivo.
Me parece un ejemplo de superación, de trabajo para superar tres lesiones de las más duras del deporte para volver a jugar en un club como el Estudiantes, de máxima exigencia. Como hermano lo vivo muy mal porque le veo jodido, le veo que se recupera y vuelve a caer, se recupera y vuelve a caer. Pero estoy seguro de que está ha sido la última y va a estar más fuerte que nunca.
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